14.

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Capítulo 14.

Ava.

Entrego mi último examen sintiendo que un gran peso de mis hombros ha desaparecido. Esta semana ha sido difícil, no solo porque es la última antes del inicio de las vacaciones de invierno, si no también porque mamá me ha hecho la vida imposible desde el sábado pasado. No solo evite que conociera a mi acompañante, también llegué después de la medianoche. Al principio intenté ignorar sus quejas y recriminaciones, pero eso duró hasta cuándo la escuché decirme que no volvería a salir de casa sin que ella conociera a quién tuvo el descaro de traerme de vuelta tan tarde por la noche.

Le recordé que no era una niña, y que si su problema era verme entrar y salir de casa en altas horas de la noche, podría marcharme. No sé porqué dije eso, quizás recordé las discusiones que tenía con mi hermano y solo lo solté. Eso la destruyó, pude verlo en su semblante y como sentía que perdía el control sobre mí. Ella siempre ha sido muy invasiva, siempre ha querido encontrar en mí la perfección, utilizándome como un ratón de laboratorio, y yo lo aceptaba.

Era una niña, y siempre quise complacerla. Ya sea practicando los deportes que ella quería, o siendo parte de esos concursos de belleza infantiles. Me avergüenzan esas fotografías en el salón, no importa que haya ganado la mayoría de ellos, realmente es vergonzoso verme allí siendo utilizada para satisfacer sus propios sueños frustrados.
Sin embargo, eso cambió. Ya no puede controlarme, y sé que está afectándola.

No me hace feliz estar enemistada con ella, y que apenas hablemos en casa, pero ella debe entender que solo quiero más libertad y menos reproches, después de todo, no me considero una mala hija, he hecho de todo por hacerla feliz.
Bien, no me pondré a pensar más en ella. Terminar mis exámenes debería ser motivo para celebrar y no para estar pensando en mamá y lo mucho que desea apesar de mi adultez, seguir controlándome.

—Vamos a Brick Alley, necesito un latte con mucha espuma de leche y unas cuantas donas —Me pide Ruby, aferrándose a mi brazo mientras caminamos fuera de nuestra aula.

—Oh sí, también lo necesito. Ya no puedo desayunar en casa debido a las miradas asesinas de mi madre.

—¿Aún no lo puede superar? Tampoco es para tanto, peor hubiera sido si no hubieras llegado esa noche.

—Me mata, definitivamente.

Nos reímos mientras salimos al exterior. Las calles, los árboles y los coches en su mayoría están cubiertos de nieve. Hace algunos días comenzaron las intensas nevadas y el frío se cuela através de mis gruesas capas de ropa.
Cómo la cafetería no está lejos del campus decidimos caminar en vez de llevarnos el coche. Es un alivio cuando cruzamos el umbral de la puerta y nos empapamos de la calidez y el aroma del café.

—Oh Dios mío, me quedaría a vivir aquí —Dice Ruby con exageración mientras nos acomodamos en una de las mesas disponibles. A ella tampoco le gusta el invierno.

—Tendrás que resignarte, porque está recién comenzando. Yo estoy haciéndolo, estoy intentando que toda esa festividad navideña me haga olvidar un poquito toda esta ola polar.

—Lo intentaré, lo intentaré. Tú y yo, debimos nacer en un país tropical —Nos reímos.

Diez minutos más tarde estoy llenándome de donas y café al igual que Ruby. Entre bocados planeamos nuestros días libres. Los padres de Connor tienen una cabaña en las montañas al sur de Van Werven, un pueblito a las fueras de Dublín. Justamente este fin de semana nos han dejado usarla. El panorama me parece excelente, salir de casa y no tener que lidiar con mamá, pero eso significa alejarme de Niall.

—Entonces, nos iríamos el viernes después del mediodía, son 4 horas de viaje y Connor no desea llegar durante la noche —Continúa diciéndome —Recuerda que también debemos llevar suficiente dinero para comprar la comida en Van Werven, será nuestra última parada antes de adentrarnos en las montañas. Bajar al pueblo es casi una hora de quebradas y Connor se pone de mal humor tener que hacer esos viajes.

ESTRELLAS, LOBOS Y CONSTELACIONES -BY NATH 🥀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora