12.

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Capitulo 12.

Niall.

Ha pasado mucho tiempo desde que sentí esa sensación de miedo y pánico inundando en mis venas. Solía sentirme así en la escuela, cuando sabía que debía cruzar el umbral de la puerta y recibir las burlas de aquellos matones que se creían en ese entonces intocables. Pero todo aquello se esfumó en la adolescencia y luego en la adultez. Ya no me importaba, entonces el sentimiento de miedo ya no era parte de mí.

Hasta que conocí a Ava.

He tenido muchas parejas sexuales a lo largo de mi vida. Pero no esa clase de parejas convencionales, no aquellas donde sueles tener citas románticas y mucho menos donde los sentimientos han estado de por medio. Cada relación ha estado ligada a mis juegos de roles.
Pero esta vez, con Ava, se siente diferente. Anoche me asusté, maldita sea sí que lo estaba. Me asustó por cómo me hizo sentir, en cómo esa sensación cálida y agradable de tenerla cerca se expandió por cada rincón de mi cuerpo.

Sin contar que me hizo sentir tan malditamente celoso escucharla mencionar follar con alguien más porque según ella no le pertenecía a nadie.
La realidad es que jamás me ha interesado con quién folla la persona que está involucrada conmigo en estos juegos, pero Ava logró hacerme sentir furioso y exigir algo que no debería, exclusividad. Ella no tendría porqué dármela, pero verla exigir exactamente lo mismo, se sintió bien.

Ella no tendría que luchar demasiado por ello, puedo darle toda mi exclusividad. Pero me gustan los juegos, me gusta verla desempeñar su papel con uñas y dientes para obtener lo que quiere.
Sin embargo, dejarme arrastrar por esas emociones está causando confusión dentro de mí. Siempre he suprimido ese lado sentimental, y siempre he evitado apegarme a cosas, situaciones, objetos y personas. Pero ella, joder, ella está maniobrándo el timón de mi barco y por mucho que me niegue aceptarlo, no hay marcha atrás.

Incluso ahora, al verla ingresar en la tienda de una manera tímida y cohibida. Las mujeres que he conocido jamás se han visto así, la mayoría de ellas han estado encantadas, no sienten pudor, hablan del sexo como si fuera una conversación trivial. Pero Ava no es así. Y es justamente eso lo que me tiene completamente cautivado.
En como su personalidad está en el límite de lo que desea disfrutar y lo que le genera vergüenza.

—¿Aquí no hay cámaras de seguridad verdad? Temo que se vea mi rostro —Susurra, aferrándose a mi brazo y escondiéndose detrás de mí como un animal asustado.

—Por supuesto que hay cámaras, mujer.

—Ay ¿Y qué hacemos aquí? ¿En serio vas a comprar algún juguete?

Joder, suspiro. Sí, ella es bastante ilusa y le falta mucho por aprender. Gracias al cielo me conoció a mí para sacarla de esa burbuja de timidez.

—Vamos a comprar lo que más te guste. Puedes ir libremente, yo estaré cerca, también necesito comprar algunas cosas.

—Prefiero quedarme contigo.

—Ava, ve —Le exijo —Y será mejor que ese canasto tenga al menos dos productos, de lo contrario no saldremos de aquí.

—Pero Niall, por favor... —Ella alza su vista y me observa con una súplica en sus ojos.

Por un momento dudo, ella no está preparada para... ¡Basta, hombre! Solo envíala allí joder.

—Ve —Mi voz se vuelve severa. Ella suspira soltándose de mi brazo y tomando uno de los canastos —No estaré demasiado lejos.

Ella asiente alejándose entre los pasillos. Chiquilla del demonio ¿Porqué me hace dudar? Tomo un canasto y camino por otro pasillo.
El lugar está casi vacío, pocos son los valientes que entran aquí sin sentir pudor, la mayoría compra por internet —Ava por ejemplo—. Puedo ver las cajas apiladas, listas para ser enviadas a sus compradores.
Aún recuerdo cuando este lugar se inauguró, fue todo un escándalo. Los primeros días vi agrupaciones cristianas protestando, llamándolo un lugar de libertinaje.

ESTRELLAS, LOBOS Y CONSTELACIONES -BY NATH 🥀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora