ESTRELLAS, LOBOS Y CONSTELACIONES -BY NATH 🥀

5.

Capítulo 5.

Ava.

Él estaba en lo correcto. No pude evitar pensar en él cuando asistí a misa el domingo recién pasado. Me sentí hipócrita y pecadora al mismo tiempo. No importaba que estuviera allí obligada por mamá, sentía que realmente Dios estaba juzgándome. Mis pensamientos fueron impuros la mayor parte del tiempo y llegué a odiarlo por la manera en que arruinó para siempre mismo domingos, por mucho que me agobiara ir.
Sé que no será una rutina que siga de por vida, pero la arruinó hasta el día en que decida no volver a pisar ese lugar que mamá llama santo.

Por otra parte, Ruby no deja de insistir en los detalles sabrosos. Esta mañana le conté de manera superficial que había estado con él. Pero no añadí que sus amigos también fueron parte del juego.
Aún pareciera que fue un sueño, un sueño demasiado bueno que no ha abandonado mi mente. En cada momento libre, mi mente me arrastra hasta la fiesta de Halloween. Me hace meditar y pensar en mi comportamiento y lo mucho que he llegado a conocerme a mi misma através de mis experiencias sexuales con Niall.

No podría admitir en voz alta que toda esa mierda pervertida me encanta. Una parte de mí aún se avergüenza, pero negarlo sería engañarme a mi misma. Incluso él me lo hizo saber, me animó a vivir la vida como quisiera, sin tener miedo del qué dirán. Dios, lo echo de menos y solo han pasado dos días desde la última vez que lo vi.

Nuestra despedida se sintió vacía. Me hizo querer retroceder el tiempo. Y no exactamente a la noche del viernes, si no hace dos meses, cuando me invitó a un bar y decidí ignorarlo. Tenía miedo, por supuesto. Jamás había tenido sexo de esa manera, nunca había sido esposada y atada al cabezal de una cama, castigada, azotada y follada de una manera tan pervertida.
Todo me abrumó de tal manera en que no pude volver a verlo. Me aterré, y escapé de él, dejé de asistir a la biblioteca porque sabía que es el lugar donde él suele estar la mayor parte del tiempo cuando no está en las aulas.

Sin embargo, ahora se siente diferente. Lo echo de menos, y he buscado una y mil excusas para hablarle. Pero temo recibir el mismo trato que yo le di cuando lo ignoré. Niall no solo me arruinó las misas de los domingos, también lo hizo en mi vida sexual. No sé si logre encontrar a alguien como él, que me diga y me haga sentir de la manera en que sólo él logro hacerlo aquella noche. Serán experiencias vacías si no alcanzan el máximo punto de perfección. Y eso me frustra demasiado, porque sé que él no volverá a darme una segunda oportunidad.

—Ya niña, tus suspiros no me dejan concentrar. Has vuelto a utilizar la biblioteca y entiendo porqué, pero rejaláte —Me pide Ruby.

—No volveré a suspirar.

Esta mañana al despertar, sabía que ser cobarde ya no era una opción. He vuelto a la biblioteca, lo he hecho con la intención de encontrarme con él, pero ha pasado cerca de una hora y aún no lo he visto llegar. Quizás ahora es él quién está escapando de mí. No, ese es un pensamiento demasiado estúpido, no soy tan importante para él como para que deje su lugar de estudio favorito para evitar verme.
Un nuevo suspiro se me escapa. Ruby me observa de soslayo, pero esta vez decide no decirme nada.
Hojeo las páginas de mi libro sobre clínica neonatal con la intención de concentrarme, pero admito que alzó la vista cada vez que la bendita puerta se abre.

—Deberías enviarle un mensaje, y así dejar de sufrir tanto —Murmura sin quitar sus ojos del cuaderno en el que está escribiendo sus apuntes —No han sido encuentros casuales, no cuando han tenido sexo más de una vez. Le gustas, háblale.

—Él... me rechazará.

—¿Porqué estás tan segura de eso? —Alza la vista para mirarme.

—No pareciera ser la clase de hombre que le gusta tener citas y esas cosas. Es... —Frío, rudo, solo le gusta follar de manera sucia y pervertida — Diferente.