22.

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Capítulo 22.

Ava.

Niall definitivamente no celebra estas festividades. Su apartamento carece de espíritu navideño y eso me entristece. Me recuerda que hice bien al invitarlo a pasar víspera de navidad en mi casa. Aún me siento avergonzada de la torpe manera en que le pedí tanto a él, como a mis padres, y en como no opusieron a que tuviera un invitado. Mamá hizo preguntas por supuesto, pero le dije que era un amigo de la universidad que estaría solo aquel día y que por favor evitara hacer preguntas incómodas. Papá se río, y me dijo que era prácticamente imposible que mamá no hiciera. Suspiré y acepté mi futuro.

Vago por su salón mientras espero que termine de hablar por teléfono con Louis, quién decidió que era buen momento para charlar con él a estas horas.
Acercándome al balcón, observo las vistas nocturnas de la ciudad. Es como una postal, como una fotografía que sueles ver en Pinterest. Al principio, no entendía como Niall podía tener tanto si no trabajaba, entre bromas le pregunte si pertenecía a una mafia o algo así, se río y me confesó que sí. Pero era una broma suya también, lo que posee es una herencia de su madre.

La misma herencia que al parecer, está reclamando su padre. Ella murió cuando aún estabas cansados, y él cree que tiene derechos sobre aquel dinero que Maura, la madre de Niall, dejó en su testamento. Es demasiado complicado la verdad.
Niall habla de manera superficial sobre el tema, y yo no le pido detalles porque sé que es un tema que lo pone incómodo.

Dándome la vuelta, lo encuentro mirándome. En sus manos sostiene un... ¿collar de perro? Frunzo el ceño... ¿Porqué tienen un collar de perro si él no tiene...? Oh maldita sea, vale lo entiendo.

—¿Y eso? —Pregunto acercándome.

Niall deja escapar una sonrisa malvada. Demasiado oscura, me hace suspirar.

—Es para ti.

—Oh.

—¿Oh? —Alza una ceja —¿No vas a agradecer?

Dejo escapar una sonrisa.

—Así que, quieres jugar —Él vuelve a sonreír de aquella manera que me hace estremecer —Gracias, señor.

Con una sonrisa satisfecha, me coloca el collar alrededor del cuello. Tiene una pequeña campana que tintinea. Perfecto.

—Te ves hermosa —Dice, acercando su mano a mi mejilla —Que fácil es controlarte ¿Verdad?

—Sí —Digo en voz baja, mientras me acerco a él para darle un beso en los labios, pero retrocede.

—No tan rápido, quién da las órdenes soy yo —Me advierte y frunzo el entrecejo —Oh no, si vamos a jugar, cambia ese semblante inmediatamente.

Oh maldita sea, él está en plan amo.

Sí, señor —Relajo mis facciones.

—Eso es mi buena chica —Dice, acariciando sus yemas en mi mentón, pero con demasiada propiedad —¿Vas a ser buena para mi?

—Sí, seré buena para ti.

Él me sonríe con satisfacción.

—Bien, eso es exactamente lo que quiero. Que seas obediente, y que puedas complacerme en algo tan fácil como decir que sí a todo lo que te ordene.

¿Cómo es posible que sus palabras logren alterar cada uno de mis sentidos? Dejándome llevar por la emoción, me acerco y beso su boca de manera fugaz.

—Te dije que no tan rápido pequeña malcriada ¿Quién te dijo que podías besarme?

—¿No puedo... besarte?

ESTRELLAS, LOBOS Y CONSTELACIONES -BY NATH 🥀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora