ESTRELLAS, LOBOS Y CONSTELACIONES -BY NATH 🥀

13.

Capítulo 13.

Ava.

Tal vez debería volver y... no lo sé. Ese hombre es su padre, pero no estaba feliz de verlo. ¿Porqué? ¿Qué podría ser tan grave como para que Niall actuara como si hubiera visto a su peor enemigo?
Camino de un lugar a otro por el salón; nerviosa, preocupada e indecisa de si ir o no tras él. Han pasado menos de cinco minutos, pero me preocupa que esté discutiendo con él en medio del hall.

Sé que me pidió venir aquí para estar a solas con su padre, pero su mirada severa solo anunció problemas. Al carajo, iré a buscarlo. Fingiré que he dejado mi móvil en el coche, lo que sea.
Alcanzo sus llaves y camino hacia la puerta, pero en cuanto giro el pomo, lo veo a él del otro lado, con el puño levantado, listo para tocar la puerta. Su semblante está lejos de verse relajado, puedo ver la furia en sus ojos. ¿Qué demonios ocurrió?

—¿Adónde vas? —Me pregunta.

—Esto... bueno... a buscarte. Sí, a eso iba. ¿Estás bien? —Pregunto suavemente.

No me responde, en cambio, cierra la puerta y se acerca a mí para besarme, con sus manos sosteniendo mi cuello con fuerza.
Es brusco y desesperado, no puedo seguirle el ritmo cuando invade mi boca y busca mi lengua para acariciar. Sus manos se deslizan con urgencia sobre mi chaqueta, quitándomela para continuar con mi blusa. Su desesperación y su deseo me excitan al instante y me vuelvo tan demandante como él.

Muy en el fondo, sé que está enojado. No conmigo, si no con la situación que debió vivir allá abajo, y solo busca una manera de quitarse ese estrés de encima. Y sinceramente, me fascina ser yo quién pueda ayudarlo con eso.
Es por eso que no puedo evitar tirar de su camisa, provocando que algunos de sus botones salten en todas las direcciones antes de caer al piso. Sé que eso me traerá un castigo, pero pareciera no importarle en este momento.
Nunca pensé que mi ropa volaría tan rápido como la suya, podríamos ganar un récord guinness y todo sería gracias a lo mucho que nos deseamos.

—Aférrate con fuerza a mi cuello —Me exije cuando yacemos completamente desnudos, con toda la ropa esparcida por la alfombra.

No dudo en acatar su orden, envuelvo mis brazos alrededor de su cuello y él me alza sin ninguna dificultad, pasando sus brazos por debajo de mis rodillas y dejándome a la altura de su rostro, abierta, expuesta para él, con su polla frotándose en mi coño húmedo antes de penetrarme con fuerza.
Maldita sea, jamás había follado de pie. Él se siente tan grande dentro de mí y estoy segura que podría partirme en dos.
Gimo ruidosamente cuando comienza, sus embestidas son duras y sin piedad. Mi peso parecería no significar nada para él porque me domina como una muñequita.

Totalmente entregada al placer y su forma de poseerme, beso su cuello y le susurro que me encanta lo que está haciendo y que no se detenga. El responde con gruñidos y mordiscos en mi hombro, follándome con intensidad.

—Oh santo cielo, más fuerte —Le exijo cuando cambia de ángulo, alcanzando ese punto dentro de mí que me hará ver las estrellas rápidamente. Chillo de puro placer cuando me complace.

—Que sonido tan dulce —Jadea en mi oído —¿Lo quieres más profundo? ¿Más rápido?

—Sí.

—¿Sí, qué? —Me exije dándome una fuerte nalgada.

—Sí... ss-señor. Por... favor —Las palabras son difíciles de pronunciar cuando me siento borracha de puro placer.

Él me golpea tan profundamente que puedo sentir el orgasmo viajando a cada centímetro de mi cuerpo, haciéndome temblar y explotar a su alrededor. Grito, rasguñándole la piel cuando sus embestidas bestiales me hacen incluso chorrear.