En tus pequeños hombros

La primavera está aquí - Parte 1

Su cumpleaños estaba cerca, ya sería un adulto y estaba pensando que tal vez de esta manera Otabek saldría con él, no estaba enamorado del kazajo, pero habían sido meses difíciles sin él, quería que estuviera a su lado, pero al mismo tiempo no quería hacer nada ya que podía lastimarlo al utilizar sus sentimientos para no sentirse solo.

—No lo amo, pero quiero sentirme amado por él —Dijo esa tarde mientras charlaba con la chica.

La rubia lo miró con una sonrisa ligera en su rostro, recostó la cabeza en su hombro mientras ambos miraban al frente.

—Todos queremos sentirnos amados, Yuri.

La miró sorprendido por su reacción, ya que la última vez no le parecía buena idea lo de Otabek y él juntos. Ella solo volvió a mostrar una pequeña sonrisa en su rostro, se tomaron de las manos antes de seguir hablando.

—¿Debería pedirle salir conmigo?

—No quiero que salgas con él, me preocupa que te termine utilizando, pero al mismo tiempo siento que si no tienes algo en tu vida te terminaras marchitando como yo.

—¿De qué hablas? Estas muy bien.

La chica solo se rio y me miró con los ojos cristalinos. Ella tenía razón, no estaba bien, hacía solo una semana había salido del hospital por intentar quitarse la vida, no estaba para nada bien. A diferencia de Yuri quien era ignorado por completo por sus padres a excepción de cuando había más gente alrededor, la familia de ella era de doctores muy conocidos, por lo que la presión por ser uno de ellos sucedía fuera y dentro de su casa, en ningún momento tenía algo de paz.

—Ya es algo tarde para mí, llegue al final del pozo y salir de aquí es difícil pero tu aun estas a tiempo.

» Así que aférrate a algo, lo que sea está bien, salir a correr, tejer, hacer voluntariado, estudiar, una relación, lo que sea. Solamente aférrate a algo que te haga sentir vivo para no terminar al final del pozo, aun estas a tiempo, aun tienes esperanzas de que algo bueno suceda en tu vida, no te preocupes por los demás ahora, solo preocúpate por tratar de vivir.

Quien sabe, tal vez algún día puedas amar a Otabek con total sinceridad ¿Si no lo intentas como lo sabrás? Así que inténtalo, ya le tienes bastante cariño y admiración, de esos sentimientos también puede nacer el amor.

La chica lo miró con sus ojos llorosos y apretó aún más el agarre de sus manos.

—Así que prueba lo que te haga seguir intentando vivir un día más. Yo intentaré aferrarme a ti mientras busco algún otro motivo por el cual vivir.

La abrazo con mucha fuerza, entiende de lo que estaba hablando pues el día que conoció a Otabek estaba pensando que ya estaba cansado de vivir, si no lo hubiera conocido y aferrado a su amistad, tal vez hubiera intentado quitarse la vida igual que la chica.

Podía sonar insensible lo que estaban diciendo, pero aun querían vivir o por lo menos intentarlo, de la manera que fuera.

—Pero si comienza a decir cosas como "Eres más maduro que los de tu edad", "Así son las relaciones maduras", "Soy mayor así que hazme caso porque se mas que tu" o cosas así tu dime y lo golpeó. Porque solamente quiere aprovecharse de ti.

Yuri solo se rio, no porque le quitara importancia, sino porque sonaba como una madre preocupada por su hijo que sabía que estaba por hacer algo peligroso y que podía estar mal, aun así, no quería detenerlo.

—No te rías, lo digo enserio. Si te fuerza a hacer cosas, también sal de ahí.

—No te preocupes, te lo diré y lo dejaré.

Se quedaron el resto del día ahí conversando sobre que iba a hacer con Otabek y cuando debía de decirle. Cuando se fue a despedir se dio cuenta de una cosa, aunque eran muy cercanos, aun no sabía el nombre de la chica, siempre la llamaba por apodos. Comenzó a reírse como loco mientras la chica lo miraba raro.

—Por cierto, mi nombre es Yuri.

La chica lo miro raro, para luego reír igual que él al darse cuenta de que ninguno sabía el nombre del otro, aunque sabían sus más grandes secretos y se tienen un montón de cariño.

—Un gusto, soy Dasha.