capitulo 3

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Al siguiente día en la escuela me volví a topar a Baji.

La única diferencia es que esta vez si me saludó.

— Buenos días. — me saludó con la mano y yo hice lo mismo.

— Buenos días.

Baji siguió su camino y yo voltee a ver a muichiro que se encontraba a mi lado.
Tenía los ojos bien abiertos y la boca formando una O, me reí por su cara.

— No-lo-puedo-creer.

— Parece que alguien va perdiendo y no soy yo. — Me burlé.

— Cállate. Mejor cuéntame como es que ahora si te saluda.

Le conté lo que paso el día anterior y seguía con la misma cara.

— Ya cierra la boca que se te va a meter una mosca. — Le dije y él relajo su cara.

(...)

Las clases acabaron y estaba en la salida esperando a muichiro, cuando llego me dijo que de nuevo no me iba a poder acompañar porque tenia que ir a ver a su abuela al hospital que se encontraba muy enferma, le dije que no pasaba nada y que no se preocupara, nos despedimos y él se fue.

Estaba por irme yo también a casa cuando siento una gota caer en mi rostro.

Mire al cielo y las nubes estaban grises.

Maldita sea se soltó a llover y no traje ni paraguas.

Veía a mi al rededor como los demás estudiantes sacaban su paraguas y se iban, la lluvia cada vez se intensificaba más.

Supongo que tendré que mojarme..

Iba a empezar a caminar cuando veo que alguien me pone un paraguas arriba mío.
Voltee a ver con curiosidad y ahí estaba él.

Baji keisuke..

— No querrás mojarte o si? — Lo miré anonadada, él me sonreía y yo le sonreí de vuelta.

— Muchas gracias.. — Él me dio el paraguas.

— Quieres que te acompañe? — Lo pensé un poco.
No quería que mi madre me viera llegando a la casa con un chico y menos él.

Mire una vez más al cielo y la lluvia estaba a todo lo que daba.

— Esta bien. — Le respondí apenada, note que él iba a empezar a caminar pero yo tenía el paraguas.

— Oye.. — Me miró.

— Que pasa?

Me acerqué a él y le compartí el paraguas.

Él me miró una vez más y comenzamos a caminar.
Mi corazón latía mil por hora, hay una creencia que dice que es algo romántico o una tipo declaración compartir paraguas y me temblaba el cuerpo rogando porque él no piense que es algo así..

Llegamos a casa y yo veía a todas las direcciones rezando que algún conocido no este por aquí y me haya visto llegando con él.
Rezando para que mi madre no este espiando por el balcón.

— A quien buscas? — Su voz era ronca, grave e hizo que mi cuerpo se tensara al instante.

— Aah.. a nadie. — Lo miré nerviosa.

Entramos al edificio y él guardo el paraguas, subimos juntos a nuestro departamento en completo silencio.

— Bueno llegamos, hasta luego. — Él se despidió sin mirarme.

— Muchas gracias..

— No es nada.

Al entrar a mi hogar me esperaba mi madre con la cara colorada del coraje y de nuevo ebria.

— Que hacias con él!?

Carajo.

— Solo me acompaño por que estaba lloviendo y yo no teni— No me dejo terminar mi explicación por que estampó su mano en mi cara.

Con dolor tome mi mejilla, estaba caliente y ardía.

— TE HE DADO TODO COMO PARA QUE ESTES DE ZORRA CON QUIEN SE TE CRUZE!

De imediato abri mis ojos con impresión sintiendome al borde del llanto.

— Yo.. — Las palabras no me salían, estaba luchando con no llorar.

— TÚ QUÉ? DIME, TÚ QUÉ? — No pude más y comenze a llorar.

— Solo me acompañó mamá en serio.. — Ella se rió y tambaleándose se acercó más a mi.

— Así empiezan, primero es una compañía y luego te embarazan y te abandonan. — Mis lágrimas no dejaban de salir y le susurré. — No es mala persona..

Eso pareció molestarla aún más y grito más fuerte.

— PUES DEMUESTRALO, NO VAS A ESTAR SALIENDO CON ALGUIEN QUE NO ME HAS PRESENTADO COMO UNA PUTA!

Levantó su mano intentando golpearme de nuevo cuando el sonido de la puerta la detuvo.

— Disculpe vecina.. esta todo bien? — Una voz detrás de la puerta se escuchó.

Mi madre puso los ojos en blanco y yo senti perder toda fuerza en mi piernas, me derrumbe en el suelo quedando de rodillas aún con mi mano en la mejilla.

Mi madre con dificultad se acercó a la puerta y sin abrirla contestó.

— Sí, esta todo bien.

A como pude me levante y corrí a mi habitación, si me quedaba ahí seguramente volvería a golpearme.

Ni bien entre a mi habitación y yo ya era un mar de lagrimas, me puse algo comodo y me dirigí al baño.

Me vi en el espejo, mi mejilla estaba roja y aún ardía, lave mi rostro pero mis lágrimas no dejaban de salir.

Dejo alejarme de él.

No importa si pierdo la tonta apuesta, sé que muichiro entenderá.

Quise tener un poco de aire en el rostro y salí al balcón, cerré mis ojos y disfrute de la brisa contra mi piel.

— Segura que esta todo bien? — Una voz en el otro balcón me sobresaltó.

— Oh, hola Baji, sí, esta todo bien. — intente cubrir mi mejilla con mi cabello

— Mi madre preguntó aunque la respuesta no fue muy convincente. — Desde su balcón me miraba con un rostro serio.

Entonces fue su madre.

— No se preocupen, gracias.. — No se cuantos golpes más me hubiera llevado si no fuera por su mamá.

Gracias..

Vi que empezó a escalar su balcón para así llegar al mío.

Mi corazón se detuvo.

Oh no, si mi madre entra a mi habitación y lo ve en mi balcón me va matar ahora si.

— Q- Que haces? — no me respondió.

Logró llegar a mi balcón y no supe que hacer.

Su rostro serio me hacia sentir aún más nerviosa.

Con su mano quitó mi cabello de mi mejilla notando el golpe.

— No parece que este todo bien.. — Toco el golpe y yo solte un quejido.

— N- No puedes estar acá, si mi madre se entera me matará, nos matará a los dos..

Con todo el cuerpo temblando volteababa a ver a cada segundo mi puerta con la esperanza de que no se abriera.

— Que sucedió? Y ahora dime la verdad.





Es Una Apuesta. // Baji Keisuke Y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora