Capítulo 31

11 3 0
                                    

Habían pasado semanas de todo aquello y Tn se sentía de la misma manera que a principios de año cuando tuvo que ingresar a la escuela de nuevo, nunca sintió una depresión como cuando perdió a su madre hasta ahora. Perdió a su papá y a sus dos "amigos" porque de alguna manera, Jennie la escuchó cuando nadie lo hacía, seguía sin creer en sus palabras del todo. Y Jimin, lo mismo, en él había una de las razones por la que dejó marcas alrededor de su brazo y no lo había perdonado, pero sí estuvo cuando necesitó alguien que la apoyara.

No sabía qué hacer con su vida en ese momento. No iba a perdonarlos, no ahora, tal vez jamás lo haría... No era algo fácil de lograr, directamente ir y decirle: "Los perdono". La vida no funcionaba de esa manera, nunca fue de ese modo.

...

Hace cuanto que no iba a la biblioteca, al entrar vio a la misma señora que antes solía ver todas las mañanas, sus ojos celestes resplandecían más de lo normal. Una sonrisa se extendió por el rostro arrugado de la mujer, era una sonrisa vaga, pero, lo era. Le hizo una seña con la mano para que se acercara, y Tn obedeció.

—Hace mucho tiempo que no te veía por aquí, Tn. —La mujer hablaba en susurros por más que en esta parte de la sala, no hubiese nadie leyendo, estudiando o finalizando un trabajo a última hora. —Un chico pasó toda la semana preguntando por ti, diciendo que pensaba que te hallaría por este lugar... —Volvió a sonreír con más fuerza que la anterior vez.

—¿Qué aspecto tenía?

—Tenía unos ojos marrones y una estatura ocho centímetros más que tú. —La señora se acomodó los lentes y escribió algo en una libreta. Tn le agradeció y se alejó de ella. Caminó por los pasillos hasta llegar a la sala de libros que a ella le encantaban.

Los libros habían sido un refugio desde que tenía 11 años, tenía un estante con todos los libros que había leído desde corta edad.

Tn tendría que salir de la escuela porque sus clases acabaron hace unos quince minutos, pero no quería llegar a casa y encontrarse con su padre y su sorpresa de feliz cumpleaños... Hoy, no era un gran día para celebrar, ya que traían recuerdos. Recuerdos que dolían mucho. James, su madre y Tn solían pasar su cumpleaños viendo películas y comiendo helado por la noche; al día siguiente, unos parientes de parte de su mamá venían a visitarla y celebraban en familia. Sin embargo, después de su muerte, nunca más se festejó uno. Digamos que ella tenía el poder para que todo siempre fuese alegre y divertido, era el puente que unía las distancias entre las familias, pero cuando ese puente se derrumbó, se cayó, se desapareció del mapa, las distancias se volvieron más largas y así, las visitas de familiares se volvieron escasas y ahora, ya no existían en su vocabulario.

Jennie solía contarle como celebraba su cumpleaños y era de la misma manera por más que su padre no estuviese en ese momento. Tal vez, no tenía el poder que Lynn poseía sobre las personas y su humor, Tn siempre había deseado ser como ella, pero, mas bien era muy parecida a su padre: solitaria, responsable con el estudio y siempre cerrada sobre las cosas. 

Siguió caminando y caminando, pero ningún libro le llamó la atención, tal vez porque no sentía las ganas para leer en ese momento, solo quería sentarse y pensar, pensar y pensar hasta que sus ideas se aclararan, quería saber que tenía que hacer con su vida en ese momento. De pronto, un mensaje de texto le llegó y empezó a vibrar dentro de su mochila, lo sacó de esta, desbloqueó la pantalla y se fijó en que era un mensaje de Jennie, quería borrarlo, pero no lo hizo. Este decía: "Como me ignoras en el celular, en el teléfono de tu casa y en cada lugar de la escuela espero que por acá no lo hagas... ¡Feliz cumpleaños! Capaz no la estés pasando bien, me siento culpable, lamento haberte arruinado este día tan especial, a pesar de todo yo sí te quiero, Tn".

BROKEN | PARK JIMIN Y TÚ [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora