Capítulo 41

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Las autoridades llegaron en el momento en que Tn estaba a punto de cerrar sus ojos. Su cuerpo estaba demasiado débil y se sentía tan vulnerable. Cuando la tomaron de los brazos y sus piernas para ponerla sobre la camilla y llevarla a la ambulancia que la había estado buscando desde la noche anterior, estos empezaron a arder, tenía innumerables heridas a lo largo de sus extremidades, eran similares a líneas bastante extensas y grandes.

Obligó a su mente a intentar despejarse, pero no lograba hacerlo. Recuerda haber despertado en medio de la pesadilla y ver a Rosé con una pequeña navaja entre sus manos.

Su cuerpo empezó a temblar; sentía miedo al recordar la noche anterior y el clima había cambiado drásticamente, hacía demasiado frío, Tn podía sentir como los pequeños vellos de su cuello y brazos se erizaban por las bajas temperaturas.

No se percató que ya había entrado en la ambulancia hasta que giró la cabeza y pudo visualizar todos los aparatos que había a su alrededor, minutos después, esta arrancó camino al hospital.

Tn no estaba dormida, estaba completamente despierta por más que intentara dormir no podía. Los médicos intentaban entablar una conversación con ella, pero la castaña simplemente no podía hablar. Principalmente, los médicos solían hablar con los pacientes para que no se durmieran y se mantuvieran despiertos hasta llegar al hospital.

Movió la muñeca para llevársela al estómago, cuando de pronto sintió una punzada y soltó un pequeño grito, después de aquello su mano empezó a doler. No habían examinado a Tn porque lo único que importaba era que no se durmiera, su respiración era pausada y estaba cansada, no había que ponerla aún más cansada.

Los médicos la tomaron de la muñeca y ella solo optó por morderse el labio; le dolía. Sentía como un clic cuando estos la movían para examinarla, un dolor se impregnó por toda su muñeca hasta sus dedos. Con la otra mano, la cual aparentemente no tenía ninguna herida, decidió apretarla muy fuerte a su camiseta para no gritar, su labio había empezado a sangrar y el sabor de esta, era como el hierro y le daba asco.

Lo único que lograron hacer sobre su muñeca fue colocarle una venda que quedó ajustada de tal manera que el dolor no sea tan fuerte. El hospital estaba a una hora y media del bosque en el que estaba perdida, pero, el viaje duró mucho menos o eso pensó ella.

Al bajar de la ambulancia, su padre ya se encontraba a su lado sosteniéndole la mano, la que no estaba lastimada. James tenía unas ojeras impresionantes, eran como bolsas negras y sus ojos estaban rojos. Odió verlo de esa manera por lo que cerró sus ojos, escuchó gritos diciendo que no se durmiera, abrió los ojos de repente y su padre tenía las manos en su cara, movía los labios diciendo algo que Tn no podía entender, tampoco podía leerlos. El lado bueno, era de que su respiración había mejorado.

[...]

Jimin se había aparecido por esa habitación unas cuantas veces, pero cada vez que entraba, Tn se hacía la dormida tanto como con los médicos, su padre y Jennie. No quería hablar con nadie porque sabía que le iban a hacer esas típicas preguntas y no quería responderlas. No deseaba hablar con ninguna persona respecto a lo sucedido porque le traían malos recuerdos y las lágrimas se acumulaban en sus ojos cuando los momentos se recopilaban en su cabeza como si fuese una película. Tal vez, algún día, podría tener el valor de decirle a su padre quién era la persona que causaba esto y hacer algo al respecto, pero ese no era el momento adecuado. Jimin y Jennie sabían perfectamente quién cometió semejante acontecimiento, más bien: quiénes estaban implicados.

Miraba hacia la pared cuando sintió la mano de alguien agarrar la de ella y unirlas, conocía esos dedos al igual que la mano que enredaba cariñosamente la suya. No giró la cabeza porque no quería verlo. Había estado tan metida en sus pensamientos, en sus ideas, en sí misma que no notó cuando Jimin abrió y cerró la puerta, aún menos el sonido de sus zapatillas chocar contra el piso.

—¿Puedes irte? Quiero volver a dormir. —dijo Tn mirándolo, el chico de ojos almendrados tenía una expresión de enojo en su rostro. —Por favor.

—No estabas durmiendo, Tn, tan solo cerrabas los ojos pretendiendo dormir para que nadie te preguntara algo... Ya que, supongo, no deseas hablar con nadie, porque no piensas decir ni una mierda. —dijo y se cruzó de brazos. —¿Me equivoco?

Tn se quedó callada. Al parecer, Jimin la conocía más de lo que le gustaría admitir, tensó la mandíbula y giró la cabeza hacia la otra pared para ignorar la mirada penetrante del chico de ojos almendra. Había estado en esa camilla desde hace unas 4 horas aproximadamente, tendría que dejar de fingir estar durmiendo porque seguramente su padre estaba preocupado detrás de esa puerta.

Pensó en lo egoísta y estúpida que estaba actuando en ese momento. Tanto como su padre, Jimin y Jennie solo estaban preocupados por ella. Habían entrado varias veces en esas 4 horas y siempre le hablaban, pero no obtenían respuesta alguna.

—Tu padre está detrás de esa puerta, —dijo señalando la misma, el enojo se notaba en su ronca voz. —muriéndose de angustia y tú, siendo una persona completamente egoísta ¿entiendes eso? —hizo un mohín con las manos, tenía las cejas fruncidas. —Todos nos preocupamos por ti, Tn.

—¡Lo sé! Maldita sea, ¿Podrías callarte? Sé perfectamente que estaban preocupados, pero no quería tener que lidiar con interrogatorios por parte de ustedes. —lo miró y sintió su corazón rompiéndose en pedazos.

—Sé que te asusta y por eso nunca dices nada, sé qué piensas en las consecuencias de toda esta mierda que está pasando, pero sé que algún día va a terminar, pero solo si tú le pones un fin a todo esto. —su mirada almendrada atravesó a la castaña. Jimin se acercó hacia su camilla, pero solo se quedó mirándola. Tocó la sábana, pasó su pálida mano por el brazo de Tn hasta llegar a su hombro donde dejó la mano con delicadeza antes de dejar que caiga, negó con la cabeza y volvió a alejarse.

—Jimin...

—Te quiero como nunca quise a nadie Tn y no quiero verte de esta manera, pero, no puedo entender cómo sigues viviendo cada estúpido día de esta manera...

Tn se quedó en completo silencio.

—Llamaré a tu padre para que venga a verte.

Tn se le quedó mirando por unos segundos hasta que después desvió la mirada. Sabía que Jimin trataba de controlarse porque cualquier otra persona que hubiera sido igual de atento que él ya la hubiese mandado al demonio por actuar como idiota.

Se tocó la muñeca cuando sintió otra punzada más, era la quinta en una hora, le dolía muchísimo, pero no quería tomar ningún calmante, quería irse a casa.

Jimin salió por la puerta y a los pocos segundos su padre entró en la habitación; tenía los ojos rojos y unas bolsas debajo de ellos, eran peores que las de hace 4 horas, sintió una opresión corriendo por su pecho, sintió un peso en el mismo al instante. Se sentía demasiado culpable.

James le besó la frente y dijo que Tn no pudo descifrar, pues el estaba llorando.

Ella sinceramente se sentía una mierda, una gran mierda de persona.

—¿Qué sucede, princesa?

"Quiero que todo esto acabe, pronto", "Quiero morir"

—Lo siento tanto.... papá...

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Psdt: estamos acercándonos velozmente al final de esta historia.

Atte. ̶☾b̶̶l̶̶o̶̶o̶̶d̶ɱσσɳ

BROKEN | PARK JIMIN Y TÚ [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora