BROKEN | PARK JIMIN Y TÚ [EN EDICIÓN]

Capítulo 38

Tn se miraba de reojo en el espejo que había en baño principal a cuerpo completo, tenía puesto una pijama que consistía en un polo simple sin mangas color gris y short negro que mostraba gran parte de sus piernas. Se puso de perfil y volvió a observar al espejo...

Tocó su estómago, resaltaba un poco sobre el polo (fuera del hecho que esta era un poco ceñida al cuerpo). Tenía el cabello desordenado y algunos mechones le caían sobre su rostro. Sonrió para sí misma, pero no le gustaba lo que veía; hizo caras raras y no se preocupó por si le gustaban o no, era algo divertido para hacer cuando no le gustaba el reflejo que veía a través del espejo.

...

De pronto, recordó en cómo lucía Jennie, toda despeinada, su cuerpo era delgado pero sin ser demasiado. No sabía si hacía ejercicio, si iba al gimnasio, pero, seguro lo hacía. Nadie tenía un cuerpo como ese si no se ejercitaba, además comía bastante y no seguía una dieta. Tn no era gorda, más bien era en extremo delgada. No se avergonzaba tanto de su cuerpo, sino más bien de lo que sentía por dentro y de lo fea que creía que era.

No le gustaba ninguna parte de ella, no había algo que podrías decir: "me gusta como se ve en mí". Sabía que la perfección no existía, así como tampoco existían las personas perfectas, pero, si había gente que parecían serlo, que parecía estar demasiado cerca de la perfección tanto física como personalmente y Tn quería ser una de aquellas personas.

Una lágrima cayó por una de sus mejillas deslizándose hasta su pierna, se estaba derrumbando de nuevo y no podía detener ese sentimiento.

Resistió con todo su ser aquel sentimiento de tristeza que permanecía en su pecho, que deseaba salir- Negó con la cabeza, iba a ser fuerte por primera vez en su vida, no quería caer, no iba a caer- Se abrazó a sí misma mientras miraba su cuerpo frente al espejo, prefería llorar antes que abrirse las muñecas y los brazos... El llanto reflejaba el dolor que tenía en el pecho, el llanto que reflejaba su ansiedad.

...

Se limpió el rostro con las manos, pero el llanto siguió por unos minutos hasta que cesó. Había chicas que sin importar como fueran tenían confianza en sí mismas, en su cuerpo, en su personalidad, eran personas a las cuales se les podía envidiar porque la confianza en ellas era algo muy valioso y muchas personas que podían ser demasiadas bellas exterior e interiormente no las tenían.

Agachó la cabeza y sintió una mano en su hombro que la acariciaba dulcemente.

Conocía esa mano por más que no hubiera visto a la persona que estaba parada detrás de ella, se quedó paralizada de la misma manera en la que estaba. No podía dejar que Jimin la viera de aquella forma, aunque ya la había visto en peores circunstancias.

El chico de ojos almendrados depositó un beso en el hombro de la castaña y después uno en su cuello.

—Tn, estoy aquí...

Tn dio media vuelta y enredó sus brazos alrededor del cuerpo de Jimin, dejó su cabeza recargada en el pecho del chico de ojos almendrados, ya no lloraba, tan solo le costaba respirar por el llanto que había tenido minutos atrás.

El chico de ojos almendra le hacía preguntas sobre lo sucedido, pero Tn no respondía ninguna de ellas, su voz estaba rota y ronca, era el peor momento de todos para que él viniera a visitarla. La castaña no sabía que estaba tan metida en sus pensamientos como para no saber que Jimin había entrado por la ventana de la casa o si había ingresado por la puerta como las personas normales lo hacen.

—Cariño, ¿qué sucede? —volvió a preguntar por décima vez.

Al ver que Tn no respondía, Jimin la llevó a la habitación, iba a abrazarla, pero era mucho más pequeña que él, por lo tanto, le costó más de lo que esperaba. Se sentó en la cama con la castaña sobre su regazo. Tn no habló en ningún momento y eso estaba preocupando a Jimin, pues ni siquiera movía la cabeza para decir ni sí o no.