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Cuando el clima había empezado a cambiar y las vacaciones de verano se terminaron He Tian volvía a conducir hasta la universidad en su Mercedes Benz.

Para muchos el inicio de un nuevo semestre puede ser pesado y sombrío, otros que se suelen animar diciendo que van a comenzar con todo, era un día brillante. Para He Tian, sólo era un día común.

Se había levantado temprano para salir a trotar por la manzana en la que estaba su departamento, entrenó, se dio una larga ducha de agua tibia, desayunó en un restaurante francés al que solía recurrir cuando tenía clases a primera hora.

Unas tostadas francesas y un buen café le hacían iniciar el día con aires de gloria.

Fumaba un cigarro y escuchaba alguna canción de Tame Impala, moviendo sus dedos al ritmo sobre el volante mientras el semáforo seguía en rojo.

El aire acondicionado de su auto y el olor artificial del aromatizante, sí, la vida era buena. Disfrutaba de ver su reflejo en el retrovisor mientras exhalaba el humo sabor a tabaco de sus pulmones.

Bajó el volumen del estéreo y apagó su cigarro en el portavasos de la guantera que había tomado como cenicero. No le tomó mucho esfuerzo estacionarse de manera perfecta en su lugar favorito del estacionamiento.

Salió de su auto y camino tranquilo luciendo su piel ligeramente bronceada por los días de sol en la Shark Bay, en su paseo por Australia. Sin duda un viaje espectacular.

Las chicas se acercaban con sólo verlo, ya sea para preguntarle sobre sus vacaciones o para alardear de sus nuevos novios. Aunque fuera algo pesado para él, mantenía la sonrisa radiante en sus labios.

Se quedó junto a ellas en las zonas verdes de la universidad un rato, aprovechando que aún quedaba al menos un cuarto de hora para que iniciará sus clases.

-¿Y cómo es? -le preguntó una de ellas.

-Increíble -respondió He Tian por tercera vez a esa pregunta hoy-. El clima es caluroso, las playas son preciosas, la comida no es mi favorita, pero son cosas nuevas.

-Cuando vi las fotos en Instagram me morí de envidia. Prométeme que algún día iremos juntos allá -canturreaba una de ellas mientras se apoyaba sobre el brazo del moreno.

Algo dentro del pecho se ponía agrio a ratos, a veces no dejaba de pensar en que todos a su al rededor eran unos falsos, que sólo veían su apariencia y su dinero. Pero también recordaba que él no era la excepción.

Y eso sentimiento se iba como sí nada. Se rió ante ello.

Caminó sin afán al edificio dónde vería su clase, saludaba con ánimos a los amigos que se encontraba después de tanto tiempo.

Entró al aula y tomó asiento, parloteó con ganas con las personas que se le acercaban debido a la tardanza del docente en el aula.

Todo estaba bien hasta que algo rojo entró en su vista periférica y captó toda su atención.

La sonrisa de manera inmediata se borró en su rostro.

Un sujeto pelirrojo con pintas de punk y aretes en sus orejas, ¿cómo se llamaba? ¡Ah! Era Mo... y algo más.

Ese pelirrojo del demonio que lo abandonó con el trabajo final de Estadística I y luego desapareció.

Tenía entendido que ese sujeto había reprobado la asignatura, entonces ¿Cómo era posible que ahora también compartieran Estadística II?

Lo vio sentarse en uno de los asientos centrales del salón y permanecer en silencio con los audífonos puestos.

-Tan patético -se le escapó de los labios sin ser consiente de que las personas a su al rededor lo habían escuchado.

Los demás no entendían por qué el repentino cambio de actitud en el moreno. Simplemente se miraron extrañados entre ellos.

El grupito que se formó al rededor de He Tian se disipó apenas llegó el profesor. He Tian se levantó rápido de su asiento, con su mochila al hombro y camino confiado hasta los asientos del centro.

Se sentó al lado derecho del cabeza de fósforo rojo viendo como este ni se inmutó con su repentina presencia.

El profesor procedió a presentarse y dar explicaciones sobre lo que sería toda la materia. Pero la atención de He Tian seguía en el sujeto que ni siquiera se había girado a mirarle.

-Hey -murmuró el moreno cuando vio como el pelirrojo se sacaba los audífonos de los oídos, el de ojos avellana lo miro indiferente-. Cuánto tiempo, Mo.

El mencionado pareció sopesar algo en su cabeza, tenía una mirada de confusión en su rostro.

-¿Te conozco?

Oh, He Tian se había olvidado de lo rasposa y agresiva que solía sonar la voz del sujeto, "un completo punk" se rió ante su pensamiento y ante la molestia de que el sujeto no se acordará de él.

-Soy He Tian, estuvimos en Estadística I el semestre pasado, ¿Te suena de algo?

Mo pareció pensarlo pero el moreno ni siquiera le dio tiempo a ello.

-Soy al imbécil que dejaste varado con el trabajo de final de semestre y luego desapareciste.

Algo pareció hacer sintaxis en el cerebro del pelirrojo.

-Ah, ya...

Lograba recordar algo...

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