"Carmilla" Nueva Era.

Capítulo 11

Cap 18

FRAGMENTO DEL DIARIO del Doctor Alvinci, 4 de septiembre de 1860

Anoche llegó un jinete con despachos frescos del buen Barón Vordenburg, y finalmente parece que nos estamos acercando a la fuente del mal que asola estas tierras.

El Barón me pidió que me reuniera con él en la casa del Padre Wagner, un sacerdote que vive a dos millas al este de las ruinas de Karnstein. La intención es que viajemos a Karnstein, y me informó que allí nos encontraremos con otra persona. El hombre con el que nos reuniremos es el General Spielsdorf, y sin que el Barón lo sepa, el General y yo ya nos conocemos, pues nos encontramos recientemente durante el tiempo de su gran tragedia. Me intriga conocer las circunstancias que llevan al General en dirección a Karnstein. También me duele aún no haber podido hacer más para que su hermosa dama pudiera sobrevivir al horror que la afligió.

Ahora no puedo evitar preguntarme si este mal que enfrentamos está realmente relacionado con el mismo demonio que el buen General ha estado persiguiendo. Aunque entendí que sus búsquedas lo habían llevado en una dirección diferente. Sea como fuere, quizás nosotros dos tengamos mucho más éxito en esta ocasión.

No descansé bien anoche en anticipación de los horrores que este día pueda traer, y así fue a la primera luz del alba que me dirigí a la casa del Padre Wagner.

El Barón Vordenburg llegó apenas una hora después que yo, acompañado de un séquito formidable de una docena de hombres, todos los cuales, aunque vestidos de manera informal, portaban armas y se comportaban con la actitud de hombres militares.

Después de tomar un breve tiempo para restablecer nuestras relaciones y tomar un refrigerio, los tres procedimos a pasar la mañana hablando en serio, ideando un necesario plan de acción.

El Barón había solicitado que se entregaran a esta casa algunos mapas antiguos de las ruinas; desafortunadamente, los despachos aún no han llegado. Hemos tomado la decisión de esperar, hasta después del almuerzo, con la esperanza de que el jinete se dé prisa.

El Barón insiste en que necesitamos estos mapas para lograr nuestro objetivo de la mejor manera. Sin embargo, está de acuerdo en que si no llegan, avanzaremos hacia Karnstein sin ellos, con la esperanza de que el destino nos conceda la bendición de encontrar lo que buscamos.

Cap 19

FRAGMENTO DE LA CORRESPONDENCIA de Laura Bennett, dirigida al Doctor Hesselius.

24 de marzo de 1871

Fue con un gran suspiro que delató su corazón adolorido; el General comenzó a contar su historia.

"Con todo mi corazón", dijo el General, con mucho esfuerzo, y después de hacer una pausa lo suficientemente larga para estabilizarse y organizar su tema, comenzó una de las narraciones más extrañas que jamás haya escuchado.

"Mi querida Bertha no había estado mucho tiempo recuperándose de los efectos de una afección estacional que la había dejado debilitada, aumentando su temperatura y entorpeciendo sus sentidos durante varios días. Ahora, sin embargo, estaba en el camino hacia la recuperación y esperando con gran placer la visita que habías tenido la amabilidad de organizar para tu encantadora hija."

Aquí me hizo una galante pero melancólica reverencia.

"En ese ínterin, habíamos recibido una invitación de mi viejo amigo el Conde Carlsfield, cuyo castillo está a unas seis leguas al otro lado de Karnstein. Era para asistir a la serie de festejos que, recordarás, organizó en honor de su ilustre visitante, el Gran Duque Carlos."