⋆⌇13. Cosas y más cosas.

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|Jeon Jungkook;

—No.

Taehyung resopló a mi lado dejándose caer en el sofá. Miré mi reloj, iba a llegar tarde por su culpa.

—Venga Jeon, se supone que somos amigos- protestó mirándome con cierto enojo y frustración.

—No te voy a dejar específicamente ese auto, ni siquiera es mío— le dije intentando buscar la calma en mi interior para no golpearle.

Taehyung no entendía el significado de la palabra "no" cuando quería algo.

—¡Venga ya!, piensa que si la conquisto dejaré de molestarte a ti cada día— se giró mostrándome el fruncimiento de su rosto.

—Suena tentador— respondí pensativo, provocando que este sonriera victorioso.—Pero de todos modos sigo dándote la misma respuesta, no.

Refunfuñó molesto pateando el suelo en forma de berrinche.

—¡Es muy injusto!

—No es mío, cómprale un ramo de flores, quizás le hará algún tipo de ilusión— intenté ayudar sacando mi tarjeta de crédito para dársela.

—No me hace falta tu dinero Jeon— rechazó de mala forma, apreté mi mandíbula cansado de esta conversación.

—Esta bien, haz lo que quieras niñato— espeté dejando caer la tarjeta de crédito sobre la mesita que se encontraba cerca del sofá mientras me levanta para irme. —Tengo cosas que hacer y no puedo seguir escuchando tus berrinches.

Acomodé mi chaqueta, agarré el casco y las llaves y salí de mi apartamento dando un portazo.

Taehyung lograba sacarme de mis casillas rápidamente.

—¿Estás seguro de eso?— Chae me miró dudosa

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—¿Estás seguro de eso?— Chae me miró dudosa.

—Sube a la moto— volví a repetir mientras le tiraba el casco a las manos.

Actuó rápido tomándolo.

—No creo que me salga ese truco, Jungkook— me miro haciendo una pequeña mueca con su labio inferior.—Requiere mucha fuerza.

—De hecho no, es bastante fácil y la manipulación de la moto igual, solo depende del acelerado, cariño— le expliqué pasando las manos por mi chaqueta intentando encontrar el encendedor.

—Vale, ¿No me dejarás caer?— preguntó.

Lleve un cigarrillo a mis labios para encenderlo, aspire y la miré.

—No te caerás.

—¿Desde cuando fumas?

—No te interesa, haz lo que te dije de una puñetera vez— volví a pedir, esta vez no tan amable.

Me miró por unos segundos mordisqueanado el interior de sus pómulos, sabía que hacía eso siempre que se molestaba.

—Esta bien— y sin más se colocó el casco y montó en la moto.

𝖲𝖾𝗂𝗌 𝗆𝖾𝗌𝖾𝗌 𝗉𝖺𝗋𝖺 𝖾𝗇𝖺𝗆𝗈𝗋𝖺𝗋𝗍𝖾||•𝖩𝗃𝗄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora