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capítulo cortito, pero es que tenía que dar señales de vida :D

***

Los ojos tristes de Kayden me apuñalan como si fueran espadas. Ya no me esfuerzo por deshacer el nudo que hay formado en mi garganta ni por contener las lágrimas, no frente a él, que me ha visto derrumbarme, distanciarme de mi propia vida e incluso ver que las trizas de mi corazón jamás podrán ser reparadas.

─Lo siento ─suspiro y esta vez no contengo el sollozo, no sé por qué me disculpo esta vez, pero lo hago de todas formas.

─No lo sientas ─entrelaza sus dedos con los míos─. No sientas todo lo que pasa, no te sientas culpable de todo, Akira.

─Es imposible no sentirse culpable por todo cuando el mundo entero te hace ver eso ─dice mi corazón, porque esta vez no estoy hablando yo, sino que está hablando él por mí.

He mencionado a lo largo de la historia todo lo que estoy cargando dentro de mí, todo lo que me impide llevar una vida, y no una simple existencia, pero algo que no he dicho es que también cargo con una enorme frustración que siempre está ahí.

Quiero tocar fondo, llevo años esperándolo, es lo que más deseo actualmente, porque, si toco fondo, es que ya no hay nada más abajo, y solo me queda flotar hacia arriba y resurgir, conseguir por fin estar bien.

─Ojalá pudiera cambiarlo todo, ojalá...

─Ojalá, nada, Akira ─miro sus ojos marrones, del color del café que tanto me gusta.

Creo que esa es la explicación de mis noches en vela con nombre y apellidos; sus ojos son el café que más me quita el sueño.

─No puedes cambiarlo todo, no lo cambies todo. Sé que ahora duele, pero lograrás salir adelante, lo harás. Y, quizá yo no esté cogido de tu mano, pero te estaré admirando desde lejos, como si fueras una estrella, como si fueras la luna.

Sus palabras golpean mi corazón.

─Quiero que acabe todo esto ya, quiero respirar por primera vez.

─Eso no significa que tengas que distanciarte cada vez que algo pasa porque tengas miedo de herir a alguien, te lo dije aquel día ─miro sus labios, mataría por sentirlos sobre los míos en este momento─. No puedes seguir así, viniste conmigo para que te ayudase y poder salir de eso juntos, en el momento en el que cruzaste el umbral de la puerta fuimos atravesando todo de la mano. No puedes echarte atrás ahora, no cuando has avanzado tanto. Esta mierda lleva un proceso, quizá el más largo del mundo, pero todo acaba, todo pasa ─ladea la cabeza─. Empieza a vivir, permítete respirar y sonreír un poco ─acaricia con su pulgar mi mano─. Y permíteme respirar a tu lado.

Sollozo y me lanzo a sus brazos como si fuera un animalito recién rescatado. Junto sus labios en los míos y saboreo mis propias lágrimas sobre sus labios. Coloca una mano en mejilla y se siente como si las estrellas se alinearan, la luna nos alumbrase y los planetas giraran únicamente en torno a nosotros.

─Lo echaba de menos ─sonrío sobre sus labios.

─¿El qué?

─Respirar.

Y respiro, respiro como nunca antes lo había hecho.

Apoyo la cabeza en el hombro de Kayden y sonrío, viendo las estrellas. Hace casi tres semanas que respiré por primera vez y, mierda, qué bien se siente.

Le echo varios vistazos a mi teléfono disimuladamente y casi brinco de la emoción cuando veo que son exactamente las doce.

Me giro para mirarle y le tomo la mano. Su mirada recae sobre nuestras manos unidas y después para en mis ojos.

Cuando las estrellas dejen de brillar (destacada de ROMANCE JUVENIL 2023) [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora