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AYAYAYAAYYYYY, QUE ESTE ES EL CAPÍTULO FINAAAAAL

(no me matéis, por fa <3)


Como dos tontas, Lúa y yo sollozamos y lloramos en el hombro de la otra. Le acaricio el pelo rubio, y sus lágrimas me hacen cosquillas en el cuello.

─Prometo venir a veros siempre que pueda, y hablaré contigo todos los días ─me frota la espalda con mimo, y veo a lo lejos a Kayden metiendo el equipaje de su hermana en el maletero.

─Te quiero mucho, Lúa ─le digo, y sorbo. Me seco una lágrima con la manga y la observo.

Es tan parecida a Kayden.

─También te quiero mucho.

Volvemos a abrazarnos como si fuera la última vez.

─Lúa... ─cuando oímos la voz de Kayden, ambas alzamos la cabeza para mirarle─. Tienes todo en el coche ya.

Asiente con la cabeza, se separa de mí y antes de salir alterna la mirada entre su hermano y yo.

─Voy entrando al coche, os dejo solos ─sonríe de manera triste y se da la vuelta. La veo desaparecer conforme avanza su trayecto.

Trago saliva cuando lo único que hay entre nosotros es silencio.

─¿Qué pasa, Akira? ¿Es porque piensas que no la vas a volver a ver? Porque si es eso...

─Es que, si la veía poco cuando estaba a unos kilómetros de nosotros, ahora que va a estar más lejos todavía...

─Seguiréis viéndoos y la amistad no se va a perder, si eso es lo que te preocupa.

Asiento con la cabeza y recuesto la cabeza en su pecho. Escucho el latir de su corazón.

─¿Cuándo volverás?

─No tardaré mucho. Serán unas horas ─me da un beso en la frente, y yo me pongo de puntillas para darle otro en los labios─. Te quiero mucho, ¿vale?

Asiento con la cabeza y le sonrío.

─No te pierdas ─bromeo.

─Ya sabes lo que te dije anoche ─me muestra ese hoyuelo que tantas ganas tengo de besar ahora mismo─. Si me pierdes, búscame en las constelaciones.

Me río, y su pecho vibra bajo mi mejilla cuando le contagio la risa.

─Debo irme, no quiero que Lúa llegue tarde.

Gimo en un quejido como respuesta.

─¿No puedes quedarte?

─Volveré pronto ─me da un beso casto en los labios─. Te quiero.

Separándose, me roza la cintura con los dedos, y eso me hace estallar.

Antes de que pueda cruzar el umbral de la puerta, le agarro del brazo y presiono sus labios con los míos.

El nacimiento de una estrella, por ejemplo, dura varios cientos de miles de años, y empieza cuando una región del medio interestelar se hace lo suficientemente densa y masiva como para que la fuerza de la gravedad rompa el equilibrio en que se encontraba.

Y cuando le beso, es como si nacieran miles de estrellas en mi corazón.

─Kayden ─murmuro su nombre, interrumpiendo el beso.

─¿Sí? ─responde con la voz algo ronca.

─¿Me quieres?

Me mira con esos ojos que apreciaría por horas y sonríe.

Cuando las estrellas dejen de brillar (destacada de ROMANCE JUVENIL 2023) [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora