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Capítulo 20

Era como estar rodeada de una espesa nube rosa cuando lo tenía cerca, sabía que se trataba de su vínculo fortaleciéndose, pero demonios, se sentía tan bien, estar a su lado le daba cierta energía, vitalidad y alegría, parecía que todo podía estar bien, esa descarga eléctrica que le producía rozar su mano mientras caminaba a su lado hacía que en su estómago revolotearan mariposas.

- ¿Por qué estás tan nerviosa? – abre los ojos con sorpresa, deteniéndose, él se da cuenta de que ha dejado de seguirlo, cuando la mira comprende lo que sucede – puedo sentir lo mismo que tú, creí que Duncan te lo había explicado.

-Creí que eso sería cuando tuviera la marca – hay un leve rubor en las mejillas del hombre, ve com pasa saliva, su corazón salta en su pecho cuando se acerca, ¿cómo podía verse tan atractivo sin hacer absolutamente nada?

-Todo se intensificará una vez que lleves mi marca – asiente comprendiendo que jamás podría ocultarle algo, ¿ella sentiría lo mismo que él? – ahora percibo tus emociones de forma más leve, pero soy capaz de distinguirlas.

- ¿Por qué yo no puedo sentirte? – Malik estira la mano para quitar un mechón de cabello de su rostro, acaricia su mejilla, haciéndola cerrar los ojos para disfrutar de su toque, es por ello que se sorprende cuando recarga la frente en la suya.

-Arreglaremos eso, no hay cosa que desee más, que sepas como me haces sentir – debe alzar la cabeza para besarlo con mayor comodidad, sus labios parecían estar hechos para acoplarse a la perfección, siente como la rodea por la cintura mientras continúa besándola, poniéndola de puntillas, se aferra a la tela de su playera para mantener el equilibrio y pegarse a su cuerpo tanto como puede, embelesada por su calor.

La separa de su cuerpo con cuidado, haciéndola protestar, estar con él era adictivo y no estaba segura de poder dejarlo.

...

Miles y Duncan ya estaban esperándolos, ella esperaba poder ver a los gemelos, pero su hora de dormir ya había pasado, compartió la mesa con los amigos de Malik, mientras ellos daban su reporte del desempeño de Ayla en sus nuevas tareas.

-Creo que estará lista en dos meses, pensé que tendría peor condición física, me lleve una grata sorpresa.

La sonrisa boba no podía salir de su rostro, jamás pensó que Miles tendría algo lindo que decir sobre ella.

-Es una buena estudiante, curiosa y dispuesta a escuchar lo que tengo por decirle, nadie se dará cuenta de que no se crío en una manada.

Una extraña punzada de dolor se instala en su pecho, no sabía de donde provenía, pero las palabras de Duncan la habían provocado, haciéndola preguntarse si ella nació dentro de una manada, antes de ser abandonada.

Siente la mano cálida de su compañero en la pierna, lo observa, pero él sigue conversando con los otros dos hombres sobre sus avances, le da un ligero apretón para hacerle saber que estaba ahí con ella.

-¿Cuándo veré a los gemelos? – toma el abrigo que le ofrece y comienza a vestirse mientras él hace lo mismo.

-Espero que pronto...

-Tu prometiste...- la interrumpe al ponerle un gorro sobre la cabeza, lo acomoda cubriendo bien sus orejas, además envuelve una bufanda en su cuello.

-Planeo cumplir mi promesa, pero ahora tenemos asuntos más urgentes, ¿lista? – sus ojos azules la recorren de pies a cabeza en busca de algo que pueda hacerle falta.

- ¿A dónde vamos? – lo sigue con la mirada, mientras tomo un bolso enorme que cuelga en su hombro.

-Con las brujas.

AylaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora