Ayla

22

Capítulo 22

Esa noche soñó con la luna, un lobo blanco y uno negro, un eclipse y una lechuza, despertó muy temprano con una sensación extraña, un vacío en el pecho, aunque trató de dormir una vez más solo podía dar vueltas en la cama, faltaban horas para que el sol brillara en el cielo.

Salió con cuidado de la cama, procurando no hacer ruido para evitar despertar a su compañero, fuera, en el pasillo la temperatura era mucho más baja, se estremeció un poco, todo estaba oscuro, caminó hasta el ala sur, donde se encontraba la cocina, todo seguía en sumo silencio.

Pasó la madrugada, preparando un pastel para los gemelos, quería hacer algo por ellos, la emoción de volver a verlos la mantuvo con energía suficiente, cuando los primeros rayos del sol brillaron Morgan apareció en la cocina, se hicieron compañía silenciosa.

-Señorita Wayne – deja una tasa con café a su lado, estaba por termina la decoración del pastel.

-Gracias Morgan – da un sorbo agradeciendo el calorcito que dejaba el líquido en su cuerpo.

-Se ve delicioso, a los niños les encantará.

-Eso espero, estoy emocionada por verlos – dice con sinceridad colocando la última frambuesa en el bizcocho con mermelada y merengue.

-Los hará muy felices, la extrañan mucho – se enternece de solo pensar que ellos la extrañan tanto como ella, casi puede sentir las ganas de llorar de solo imaginar que los abraza.

-Y yo a ellos – sonríe a la mujer, el ambiente se siente más relajado cuando están juntas, deja que las cosas fluyan con naturalidad mientras conversan de temas sin importancia.

- ¿Hay alguna sorpresa preparada para el cumpleaños de los niños? – mastica una fresa con cuidado mientras observa a Marco preparar el desayuno para los miembros de la mansión, Morgan es la encargada de preparar el desayuno de los gemelos.

- No realmente, hace un año su madre fue la encargada de organizar su cumpleaños – su mención siembra una duda en lo profundo de su cabeza – su padre no tiene experiencia en ese campo.

-¿Podemos organizar una celebración en tan poco tiempo? – los dos la observan – tengo un par de ideas, quizá podemos utilizar el salón principal e invitar a más niños.

-Sería algo apresurado, pero podemos poner a trabajar a todos para organizar la fiesta, no creo que el alfa tenga objeciones. – Marco teclea algo en celular, mientras Morgan busca algo con que anotar sus ideas.

Ayla trata de acomodar sus ideas, pero no puede dejar de pensar en la madre de los gemelos, nadie había querido contarle lo que sucedió con ella, pero ahora le preocupaba que Malik estuviera profundamente enamorado de la mamá de sus hijos, ¿se conformaba con ella solo porque la diosa los unió? ¿Esa mujer misteriosa era la legítima Luna de la manada?, y en ese caso... ¿por qué la diosa los había emparejado?

No se sentía capaz de luchar contra el amor que Malik le profesara a la verdadera madre de sus hijos, ella le había dado algo muy valioso, Ayla no se sentía capaz de ocupar un lugar tan importante en sus vidas, ¿por eso su compañero estaba decidido a rechazarla cuando se conocieron?

Siente como su corazón se encoge, le duele saber que era solo un reemplazo para su primer gran amor, de nuevo quería huir, sacude la cabeza sacando esas ideas de su mente, no podía pensar de esa manera, si quería recuperar a Artemisa necesitaba la ayuda de su mate.

-¿Está todo bien? – Morgan la toma por el hombro, sacándola de sus pensamientos.

-Sí- dudó unos segundos en si debía preguntarle, pero decidió que lo haría con Malik, no ese día, era el cumpleaños de los gemelos, el primero sin su madre, así que su misión era hacerles un día muy especial.