Sospechoso

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Kaveh se despidió de Tignari, agradeciendo por cuidar de este pequeño detalle. En el camino a casa, quedó pensando quién sería éste anónimo, y por qué Alhaitham lo conocía.

¿Alhaitham conoce la persona? Incluso el podría serlo...

Ideas que podían ser erróneas o incluso estúpidas rondaban en su mente, la gente que conocía no era de los millonaria o detallista como lo deseaba. Negaba la única persona que podía haberle dado esto.

— ¡Kaveh! Buenos días.

La joven chica pelirroja saluda a Kaveh, quien casi choca con ella.

— Oh, disculpa Nilou, estoy algo distraído.

Nilou se rió, arreglando su cabello algo desalineado.

— Que linda caja ¿Que trae?

Unos colgantes, combinan muy bien conmigo.

Eso es bueno ¿Tu los compraste?

El rubio se rasco la cabeza, no sabía que responder.

— En verdad no... Un anónimo me los dió.

La pelirroja miro confundida la caja de cartón, intentando descifrar quien podría ser el remitente.

— ¿Un anónimo? No será un enamorado secreto...

— N-no, de hablas.

Kaveh se sonrojo, tartamudeando pequeñas excusas.

— No quise ponerte nervioso, solo era una idea. Ya debo regresar al Bazar ¡Nos vemos!

Kaveh se despidió algo irritado, ¿Por qué todo el mundo derrepente hablaba de un enamorado? Simplemente quería llegar a casa y relajarse.

Al pasar de la tarde, mucho tiempo después del encuentro incómodo, Kaveh estuvo casi todo el día holgazaneando en el sofá. En su tiempo libre dibujaba diferentes figuras o ideas nuevas, que mucha gente no iba a aceptar.

— ¡Que estoy haciendo!

Salió de su concentración, viendo algunos dibujos bastante raros a su lado. Era un hombre alto, pectorales marcados y mirada fría.

— Yo... Lo dibuje muy bien.

Fuera de pensar quien era, pensó que como lo había dibujado de memoria ¿Había dibujado sin querer a su compañero? Tal vez era algo parecido, aunque los rasgos eran muy específicos.

Se levantó, tomando estos extraños dibujos y dirigiéndose hacia la basura. Antes de tirarlos, los miro minuciosamente, intentando recordar cada trazo especial.

Tiro los papeles hacia la papelera, algo triste, pero fácilmente era un trabajo que podría repetir en un par de minutos. Volvió al sofá, dónde intento dibujar otras cosas.

Tras largos inventos fallidos, se resignó, había algo en su cabeza que no lo dejaba descansar en paz.

"Ese jovencito"

"Sí, el que se la pasa con el escriba"

"Un admirador secreto tal vez"

Todos se referían a él como alguien enamorado, pero ¿En verdad lo era? Tal vez estaba negando sus sentimientos hacia esa persona. Tomo a Mehrak, y decidió dar unas vueltas en busca de inspiración.

Salió, cerrando la puerta en un giro rápido de llaves. Pensó en ir al Palacio Alcazarzaray, pero lo último que quería era recordar su exorbitante deuda.

— Disculpe.

Una voz gruesa y algo familiar se acoplo en la cabeza del rubio, no era el recuerdo más agradable. Kaveh volteó a mirar a esta figura, pero por más que intentaba reconocerla, no llegaba a ubicarlo.

— ¿Si?

El joven alto de cabellos verdes lo miro, tenía una fría y calculadora mirada, que por alguna razón hacia sentir a Kaveh incómodo.

— ¡Kaveh! Pensé que nunca te vería chico.

— Creo que te equivocaste de persona.

— ¿E-enserio no me recuerdas? Soy Francis.

Ugh, Francis. Un recuerdo aguado volvió al rubio, ese "amigo" que lo había traicionado cruelmente enfrente a toda la academia.

— Que quieres, Francis.

— Oye, lamento lo que pasó hace unos años ¿Si? Pero, estoy seguro que tú crees en las segundas oportunidades.

— De que hablas...

— Alhaitham ¿Por qué ha el si lo perdonas? ¿Pero yo? Que hipócrita eres.

Francis estaba apunto de marcharse, con esa caminata egocéntrica y ego hasta las nubes. Kaveh lo detuvo de un grito, algo apresurado y sin pensarlo mucho.

— ¡No soy un hipócrita! Deberías mirarte a ti mismo.

Le apunto con su dedo índice, notando el golpe bajo que le dió a Francis.

— Bien, tienes razón. Al menos yo no perdonaría a un traicionero que me humilló para quedar bien con los demás.

Su tono narcisista tocó un fragmento bastante oscuro de Kaveh, explotó.

— Y-yo... Me tomé mi tiempo para pensar. El sí tenía razones, ¿pero tú? No tienes justificación.

— ¿Razones? O como estás seguro que lo dijo por eso. Eres igual de inocente como antes.

Una Claymore se invocó, sostenida por Mehrak. Aunque por fuera Kaveh no tenía cara de buenos amigos, por dentro estaba quebrado.

Tal vez tenía razón.









Abrió los ojos de nuevo, encandilado por la luz de una vela al lado de rostro. Era un cuarto oscuro y una ventana que madera, de la venía una tenue luz nocturnal.

— ¡Kaveh! ¿Estás bien?

Era una voz suave, no muy gruesa ni muy grave. El dolor de cabeza era inminente, a los pocos segundos empezó a marearse, ver sombras y sobre todo no reconocer quién le hablaba.

Está bien, no te esfuerces. Voy a prender la l...

Su mente se nublo, sintió sus ojos cerrarse sin poder cancelarlo. Un grito de la persona se oyó, antes de volver a desmayarse.








Este capítulo es corto, pero tuve mi peor bloqueo creativo. Desde acá se pone buena la historia xD

Si tu me quisieras...☆ {Haikaveh}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora