MENTA CON CHOCOLATE || YA DISPONIBLE EN FÍSICO Y DIGITAL

Capítulo 22: Pedir Perdón

Afable

La mañana se asomaba por la ventana mientras la omega seguía jadeando detrás de la puerta. Había sido una noche extremadamente difícil para los alfas de Lorenzo y Nicolás.. en cualquier momento podrían tirar la puerta y domar a esa omega tan necesitada. Pero se controlaban lo más que podían.

- ¿Ella se está..

- Si - suspiro Nicolás

- Pensando en nosotros

- Llenamos de feromonas de menta y chocolate su habitación ¿Qué esperabas Álvarez?

- De solo imaginármela ya me.. - su alfa gruñia mientras los sonidos en la habitación de ella seguían - yo debería estar ahí dentro - su mirada se escurrió

- Te voy a golpear si sigues así..

El iba a decirle algo pero se calló. - Alfas vengan a mi - era demasiado.

- Nos necesita.. - se paro de suelo y abrió la puerta y justo lo que su imaginación le estaba dando se lo dio ella

- Alfas

- Déjame ayudarte cerezita - relamio sus labios y su alfa le grito "posee a mi omega".. iba a lanzarse sobre ella pero sintió como Nicolás lo jaló fuera de la habitación y cerro la puerta

- ¿Qué carajos te pasa? ¿En qué quedamos Álvarez?

- No puedo si se trata de ella

- Controlate.. ya solo falta hoy..

Paso el último día. Y el celo había terminado. O eso ellos creían.. no entendían del todo como funcionaba, solo sabían que alternaba entre estados de tristeza y dolor, hambre y exitacion, sumisión y ternura.. en pocas horas podría estar de un estado a otro.

- Nicolás, Lorenzo - los llamo y supieron inmediatamente que era ella.. Camila

Ellos entraron, vieron como su ropa estaba doblada y ordenanda en montoncitos una encima de la otra sobre una colcha en el piso.. la cama semi arreglada y unos supresores sobre ella.. era la razón por la que ya no podían sentir su aroma.. y les dolía. Ella sabía que podía confiar en ellos que su aroma no era como pensó desde niña.. su aroma era tan perfecto, debía mostrarlo con orgullo aunque entendían que aún seguía muy herida por lo que le pasó de niña. Debían darle su tiempo.

En cambio los pensamientos de Camila iban por otro lado. Tenía la mirada baja y su respiración lenta. Y una emoción predominaba entre todas. Vergüenza. Se sentía con tanta vergüenza, recordaba cada cosa que pasó durante su celo, la forma en la que su omega actuó con ellos, como fue tan extremadamente dócil y afable, en extremo frágil. ¿Qué pensarían ellos? Camila amaba a su omega y sólo quería que ellos pudieran amarla también ¿Podrían verla en su estado natural y no tenerle un rechazo? Su rechazo. Era lo que más le aterraba. ¿En qué momento ocurrió esto? Se sentía tan apenada, sostenía con sus manos las sábanas.

- Quería - intento que su voz no se quebrara - pedirles perdón.. por - ser yo misma, en mi estado más puro - por todo lo que vieron de mi omega - y una lágrima cayo por su mejilla - lo siento mucho yo..

- No Camz - Nicolás se acercó a ella - no tienes porque disculparte

- Actúe de una forma tan..

- ¿Extremadamente excitante? - y las palabras de Lorenzo le detuvieron los pensamientos - nunca tuve tantas ganar de follar como contigo omega - ¿Qué había dicho?

- Ay Camz ojalá pudiera poner en palabras lo que tu omega nos hizo sentir, estabas tan prendida.. como desesperada, nunca me había sentido tan fascinado - ¿Cómo dijo?

- Yo.. - sus mejillas se enrojecieron pero aun no se animo a levantar la vista - ¿Mi omega les gusto? - "Que vergüenza Madre Luna" penso

- ¿Gustarnos? - Lorenzo soltó una pequeña risa - Tu, omega eres el ser más exquisito que mis labios han probado

- Las ganas de tenerte aumentaban a cada segundo - confesó Nicolás - ay Camz.. eras un lío en mi piel 

Ella no podía creer lo que estaba escuchando. ¿Ellos deseaban a su omega? Esto le hizo sentir aún más pena. Se mostró tan natural, tan libre en su naturaleza que pensó sería totalmente terrible. Pero a ellos les ¿Fascinó? No lo entendía.

- No lo entiendo

- También es extremadamente adorable - añadio Lorenzo - cando revoloteabas tus pestañas

- Cuando decías Alfas con un tierno puchero en los labios - Nicolás no puede quitarse eso de la cabeza

Camila sentía sus mejillas arder. No solo estaba avergonzada y apenada, sino que se estaba mostrando tan tímida ante sus palabras, se le había ido todo su carácter fuerte y demandante. ¿Cómo podría reaccionar a otra a forma ante esto? Era un lío de pensamientos justo ahora.

- Pero tenemos mucho de que hablar

- Lo que dijo el, sobre el beso que nos dimos antes - ¡Lunas!

- Y sobre el beso que nos dimos el día anterior a ese - ¡Lunas!

- Si.. yo.. - ¿Cómo podría explicarles que les gustaban los dos? - estoy como muy cansada ¿Podría dormir un rato? - "Que buena excusa" le dijo su omega y esto le ofendió un poco

- ¿Estas queriendo escapar omega? - la voz de Lorenzo sonaba tan demandante

- Podemos darte una horas, pero no vas a poder esquivar nuestras preguntas por mucho tiempo - Nicolás sentenció

Camila trago saliva de su garganta, sintiéndose ligeramente acorralada. Solo debía encontrar más excusas durante el día y posiblemente toda su vida para no responder sus dudas, o más bien las no-dudas de ella. Camila no estaba confundida, su omega había dicho ~Alfas~. Ella sabía que irremediablemente había caído por los dos. Que no podía negar la atracción arrazante que le causaban sus aromas.. menta con chocolate.. eran sensaciones en su piel que ella respiraba. ¿Pero como decirles eso? ¿Querían romper el lazo ante una omega que no podía tomar una decisión? Por qué era más que no poder. Camila y su omega no querían elegir.