Capítulo 26: Combustión (+18)

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Ángel

Lorenzo y Nicolás se alternaban para follarsela a Camila por todo el departamento.

Los tres estaban en el living fingiendo mirar el televisor cuando lo único que hacían era tentarse, provocarse con sus aromas. Camila fue hasta Nicolás y sentó de espaldas sobre el, froto su trasero contra su miembro por encima de la ropa, el sonrió ante su atrevimiento. Ella se puso de pie y busco los labios de Lorenzo, consumirlos con euforia, como la besaba desenfocando su realidad, el era brusco con su tacto, caliente.

- Lo que tu boca podría hacer Camila.. voy a enseñarte un par de cosas - el desprendió sus jeans bajo su atenta mirada

Camila se arrodillo al borde del sofá, su cara el línea directa con el miembro de Lorenzo, se giro solo un segundo y sacudió la falda que traía puesta para que Nicolás entendiera el mensaje. El fue hasta ella para bajar su ropa interior liberándo su piel.. la posicionó y a continuación ingreso en ella, sosteniéndola por sus caderas y empujando su miembro dentro suyo, saliendo y entrando mientras la respiracion de Camila se volvía un desastre.

- Alfas - gimió con sus ojos verdes mirando los orbes grises de Lorenzo mientras sentía las estocadas de Nicolás dentro de ella

Lorenzo observo esto, a lo que la atrajo a el, abrió sus piernas y la vio saborear su miembro.. antes de que pudiera ordenarselo Camila ya lo estaba chupando, dejando leves lamidas sobre su punta, el respiro profundo, llenándose de placer por como ella degustaba su verga, la jaló del cabello para que su boca se abriera aún más, quería que lo sintiera hasta su garganta.. Camila lo sintió chocar contra su campanilla, ahogándose momentáneamente. Nicolás se la follaba por detrás y la sostenía para que su cuerpo no cayera, estaba temblado ante sus intensas estocadas, el aire le faltaba, su imagen tan débil era placentera.

- Resiste omega, se que puedes, se que te fascina que te lo haga así - se impulso aun más a fondo y esto la excito aún más, Camila estaba llenándose de él

Lorenzo tenía la visión de su rostro, enrrojecidas sus mejillas, sus ojos verdes chispeantes mientras chupaba y apetaba sus piernas para no resvalarse. Su respiración estaba tan agitada y solo podía respirar por la nariz por donde inhalaba el aroma a menta con chocolate mientras que ellos sentían la lujuria de las cerezas dulces.

Estaban en la cocina justo donde descubrieron su aroma por primera vez, besándola y quitandole la ropa, desvitiendo a su omega, Lorenzo la sostenía por la espalda mientras le desprendía el brasier y Nicolás bajaba sus shorts y su ropa interior. Camila quedaba al descubierto para ambos. Mientras Lorenzo entraba y salía de ella con ferocidad Nicolás la besaba, degustaba su paladar.. el aire se lleno de sus feromonas dulces y empalagosas.. la respiracion de Camila era una locura.. gemia en la boca del alfa príncipe, los ojos dorados de Nicolás iluminando sus pensamientos, sus labios, su legua moviéndose con la de ella en un juego desquiciado y sus piernas temblaban ante las duras embestidas del alfa heredero, Lorenzo sabía como cogersela sin pesar en la racionalidad, la llevaba a un límite de placer inimaginable, expandía su miembro en ella y mientras más le dolía más caliente se sentía.

- Alfas - balbuceaba totalmente extasiada de placer ante tales aromas, la menta con chocolate se sentía cada vez más intensa, a medida que los segundos pasaban más necesitada se ponía

Los tres buscaron algo de agua ya que estaban cerca de la heladera, la tomaron para seguir con otra ronda. Cada segundo que pasaba sentían que ella se volvía codiciosa, que buscaba superar sus propios límites. Y ellos querían saber hasta donde iba a resistir, su cuerpo era ligero y delicado.. romperla era la tentación más grande que podían poseer en sus mentes justo ahora.

Durante una de sus idas al salón recreativo.. Los alfas tuvieron ideas muy buenas.. Camila y una mesa de pool.. la sensibilidad que sus tactos le causaban. Tenía una nueva forma de probarla. Ambos chupaban de su cuello, los colmillos le picaban, la tentación por morderla y marcarla se le hacía insoportable, pero los dos habían quedado con sus alfas que ninguno llegaría a ese punto. La omega de Camila se lo pedía por momentos así que ella también debía controlarla. Estaban al borde de quebrar la balanza de lo incorrecto.

MENTA CON CHOCOLATE || YA DISPONIBLE EN FÍSICO Y DIGITAL Donde viven las historias. Descúbrelo ahora