Me inscribí a equitación hace poco ya que siempre quise probar el deporte de los ricos, regresé de Italia hace tres días y no he perdido el tiempo.
— ¡Cuidado! — El grito de mi compañero me hace voltear demasiado tarde, me lleva con él y ambos caemos del caballo.
Me quejo movimiendome en mi mismo lugar, necesitaré un doctor para mi pobre espalda.
Llamen a la leidibug al catnoar.
— ¡Ten más cuidado imbécil casi me rompes la espalda! — Me giro un chico oji azul me mira en silencio sobando su cabeza ya sin el casco.
— No es mi culpa que te pongas en mi camino. — Me la devuelve.
— Todos tenemos nuestro espacio, no es culpa mía que tu cabello teñido te quemara las neuronas. — Señalo y cabello y me pongo de pié sobando mis pompis. — Auch, creo que tendré que volver a hacer ejercicio si no quiero perder la poca que tengo.
La risa del oxigenado me desconcierta y me tiende la mano volviendo a poner sus ojos más oscuros que antes.
— Vladimir.
— ¿Una paja y a dormir? — Me burle y me ganó la risa por su rostro de confusión.
Vladimir. ¡Un Romanov hija de puta!
— ¡Ah! — Chasqueo la lengua — Eres el hijo de Ilenko — Veo como su cara se descompone y me mira fijamente frunciendo el ceño — El Underboss.
Lleva su mano a su espalda y me encogí de hombros. — ¿Qué? Tu padre te mandó a vigilarme seguro. — Bufo.
— ¿No me tienes miedo? Si sabes que pude capturarte y se va todo a la mierda.
— Pues así como andas a caballo montas, dudo que seas bueno atrapando gente. — Ruedo los ojos con desinterés — Bien. Ven conmigo, ya que tu acosador padre te envió vas a ayudarme a hacer travesuras, seremos el equipo de AC.
— ¿Qué es eso? — Deja que lo tome del brazo y lo guíe.
— Juntos haremos nuestro propio negocio, someteremos a cada ser humano con la droga que acabo de hacer. — Me pongo de pié en la tarima asegurándome que nadie nos escuche más que él — ¡Juntos robaremos información de todos lados y la venderemos hasta ser reconocidos como los más grandes villanos y protagonistas de nuestra historia!
Vladimir me mira con una ceja alzada pero veo su sonrisa pequeña de costado, me extiende su mano y la tomo para que me ayude a bajar.
— Cambiaremos nuestro destino Vladimir. Haremos que todos nos tengan miedo y vengaremos a nuestras familias.
— ¿A ti que te hicieron? — Me mira a los ojos.
— ¿A mí? Nada. Yo tengo una vida con unos abuelos que me adoran y me apoyan en mi plan de conquistar el mundo. — Me encogí de hombros para comenzar a caminar con él.
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Una Extra Muy Afortunada
FanfictionEntre a el mundo de la lectura a los once años. Ahora resulta que soy una antagonista en el mundo de un libro que no conozco pero se la mayoría de cosas importantes por fanfinc.