— Le ofreceremos a la FEMF información de la pirámide a cambio de una buena suma de dinero. Los planos y bóvedas del Haccoc no saldrán a la venta antes que mi creación.
— ¿Y qué se supone que hagamos si la carga de Haccoc será repartida en orden con la Bratva. — Vladimir me voltea a ver con su tablet en mano.
— No permitiremos que llegue a manos de tu padre. — Muerdo mi labio con dudas — Igualmente puedo usar a tu padre si es demasiado estúpido y obsesivo pero no le quiero deber nada.
Mi idea de formar a mis propia organización como los Halcones al final no fue tan mala. Mi plan es tomar a los Alemanes como a los japoneses pero aún no estoy tan segura por ahora Vladimir será mi mano derecha.
Le hago una seña a Vlad cuando me pongo mi máscara y modulador de voz, me concentro para ver a Christopher con su cara de perro. — Buenos días coronel.
— ¡Quién diablos eres y como mierda te infiltras aquí! — Golpea la mesa.
— Vengo a ofrecerle mis servicios. No de los que James le da pero si sobre la pirámide, usted tiene algo que quiero así como yo tengo algo que usted quiere. Podemos ayudarnos por esta vez.
— Yo solo puedo tirar la pirámide. No te necesito. — Masculla — Voy a encontrarte y...
— Sí, sí. Vas a encontrarme y asesinarme que miedo tengo, que sepas que tengo todo perfectamente controlado y vigilado pero si usted no quiere mi información entonces nos despedimos coronel. — Estoy por cortar.
— No. — Masculla — ¿Cuál es tu precio?
— Que sepa coronel que es un placer hacer negocios con usted. No se preocupe yo tomare mi dinero y usted recibirá su información. — Corto la llamada y entro a sus cuentas viendo su dinero y luego a Vlad. — Tiene dinero el perro maldito. — Bufo.
— Seguro poco al que tiene mi padre.
— Hablando de tu padre. ¿Cómo es que tienes tu cabello castaño? Vlad no te ofendas te vez bien pero... — Bufo y sigo con lo mío. — Olvídalo.
— Mi padre tiene más dinero. — Se lleva un pastelillo a la boca y se lo arrebato.
— Vladimir. Ni con todo el dinero del mundo andaría con ese loco rubio de mierda. — Me fastidia Ilenko, no sé cómo mierda me creció este sentimiento pero no puedo sacarlo de mi pecho.
— Seguro dices eso porque estás flechada — Hace comillas con sus dedos — Por el mocoso ese de tu pueblo.
— Es lindo. — Mi sonrisa aparece — Tan atento...
— Mi papá es lindo y atento.
— Valiente — Muerdo mi pastelito.
— Mi padre es valiente.
— Va a la iglesia.
— Mi padre es el Dios. Un Boss.
— Vladimir enserió. Deja de mencionar a tu padre cada que puedes, parece como si estuvieras enamorado de tu padre. — Me quejo. — Déjame fantasear con ese papasito.
ESTÁS LEYENDO
Una Extra Muy Afortunada
FanfictionEntre a el mundo de la lectura a los once años. Ahora resulta que soy una antagonista en el mundo de un libro que no conozco pero se la mayoría de cosas importantes por fanfinc.