Una última broma

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Arinka también tiene sentimientos, después de esa noche Recce hizo un comentario que caló en lo más profundo de su ser

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Arinka también tiene sentimientos, después de esa noche Recce hizo un comentario que caló en lo más profundo de su ser.

Eres muy infantil para mi. No te veo siendo fuerte Arinka, a mis ojos supongo que seguirás siendo una niña de pasteles.

La botella que había dejado Recce la noche anterior ahora estaba vacía. Londres era un desastre y más ahora que la pirámide estaba disparando contra la FEMF y las sombras.

¿La líder? Borracha en el campo de batalla, sabemos lo que pasa con un sorbo de alcohol. ¿Qué pasa con una botella?

— ¿Dónde está Arinka? — Adam habló por el auricular sin dejar de disparar.

— No tengo idea pensé que estaba contigo. — Christopher gruño y le hizo una seña a Patrick quien lanzó la granada de gas con la droga.

Entre el gas una explosión se hizo presente junto a un helicóptero sobrevolando el fuego. Arinka con el rostro rojo completamente ebria y agena a lo sucedido apareció en el campo de batalla.

Antoni detuvo los disparos, apuntándole a Arinka. Ilenko perdió el aire cuando vio a aquella mujer que lo volvía loco. Esa mujer era AC su Koroleva le había estado robando y vendiendo información a quien quiso.

— Dispara — Antoni miró a Ilenko de forma severa pero una interrupción en los comunicadores fue interrumpida por el llanto de Arinka.

— ¡Me dijo que no! — Arinka lloraba con descontrol caminando hacia las escaleras que dejó caer el helicóptero.

— ¡Dispara! — Gritó Antoni hacia Ali cuando ella subía. Disparando al helicóptero provocando que se mueva a los lados.

— ¡Arinka bájate de ahí vas a salir herida! — El grito de Christopher era casi de pánico al ver como se sostenía con una sola mano de las escaleras con una sonrisa tonta.

— ¡Nada hiere a Arinka, yo soy invisible! — Gritó resbalando y sosteniéndose nuevamente riendo con diversión.

— ¡Se dice invensible! — Grito Adam.

— Y no lo eres. Solo eres una enferma de mierda. — Ilenko quien estaba más en pánico de solo ver colgando a su futura esposa. No quería quedar viudo tan pronto.

— Dame eso. — Antoni le arrebato el arma a Ilenko para disparar pero se le fue encima provocando que ambos peleen.

La Bratva y los Halcones se apuntaron entre sí a modo de traición. Las risas de Arinka se escuchaban por sus auriculares.

— Se acabó. — Ali apuntó hacia las escaleras y un disparo sonó haciendo que cesarán las risas.

Todos permanecieron quietos, solo se escucho un jadeo por parte de ella quedando colgada de las escaleras.

Una Extra Muy Afortunada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora