Between us • Harco • Drarry

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Sus sollozos resonaban por las cuatro paredes y hacían eco en el lugar, lo único que lo mantenía al margen para no romperse por completo eran las caricias en su espalda de Ginny, quien estaba sentada a su lado en el último escalón, alejando a todo que quisiera molestarlo.

Seguro ya era del conocimiento de todos en Hogwarts, seguro se estarían riendo de sus acciones, seguro se burlarian del ridículo que hizo "El elegido", pero poco le importaba lo que llegara a pensar ese montón de gente. Más bien, solo le importaba lo que pensaría una persona.

Y cuando escucho la puerta abrirse, algo le hizo alzar la cabeza, y mirar a la única persona que le importaba lo que pensaría sobre él; Draco Malfoy.

Juraría haber oído su respiración ligeramente acelerada, y también podría jurar haber visto una emoción a través de sus ojos que lo miraban; preocupación. Era raro que Malfoy mostrará alguna emoción, sobre todo frente a un grupo "grande" de gente, y era más raro que fuera precisamente preocupación.

Y por un momento un trocito de esperanza floreció en su pecho, ¿Draco podría estar preocupado por él?

Pero ese pensamiento se esfumo tan rápido como llegó. El príncipe de Slytherin aparto su mirada en solo unos segundos y miró a su amigo, hablando fuerte y claro luego.

—Blaise, tenemos reunión.

Vio al moreno levantarse y llegar con Malfoy, ambos se dieron la vuelta, pero antes de llegar a la puerta, Zabini habló.

—Oye Potter... que vergüenza la que hiciste allá, eh.

Se estaba burlando de él, y su corazón se estrujo cuando escucho la risa burlona de Draco también, luego desaparecieron de la habitación y sus sollozos regresaron, volviéndose más fuerte esta vez.

—No les hagas caso, Harry... son unos idiotas insoportables.

¿Pero cómo podía no afectarle?¿Cómo podía dejar de amar a Malfoy a pesar de todas sus burlas? Se le hacia imposible, incluso luego de todo el dolor que le ocasionaba, no podía odiar a ese chico, porque siempre recordaba el pasado, el pasado donde lo trataba bien, el pasado donde sus miradas eran calidas, cuando sus burlas eran a forma de broma y coqueteo, cuando sus ojos no eran crueles.

¿Qué los había llevado a ser así entre ellos?