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Entrego aquella hoja de papel a la profesora McGonagall, prestando atención a la conversación que inició luego con Harry.

—Potter, sabes que tiene que estar firmado por tus tíos.

—¿Y si lo firma usted?

—Solo los tutores legales pueden hacerlo, así son las reglas.

Les hizo una seña a ellos, todos comenzaron a avanzar, incluyendo a Hermione y Ron, pero Potter debía quedarse.

—Lo siento, Harry.

Odio la mirada de lastima que la profesora le dio al chico, como si fuera un pobre perro que nadie quería. Su día ya había comenzado mal.


Una vez en Hogsmeade, trato de olvidar aquella situación, pero ver a los amigos de Potter jugar y disfrutar cada lugar sin resentimiento lo enojo más.

¿Porqué podían estar tan tranquilos cuando dejaron a su mejor amigo atrás, solo, sabiendo que él quería ir?¿Porqué no habían hecho algo al respecto? Había  un montón de hechizos sencillos para falsificar una firma, seguro Granger conocía alguno, incluso lo pudieron haber hecho a mano y McGonagall no se hubiera dado cuenta. ¿Y porqué la profesora no había hecho nada sabiendo como eran los tíos de Harry? Definitivamente el mundo estaba vuelto loco, dejaron que desde su primer año Potter salvará la escuela de Voldemort, pero no dejaban que fuera Hogsmeade con todos los demás alumnos. Era verdaderamente injusto.

Escuchar las risas de los dos chicos, lo saco de sus casillas, jalando a sus amigos para cobrarselas.

—¿Qué tal Weasley, Granger?

—¿Qué quieres, Malfoy?

—¿Porqué tan agresivo? Solo vinimos a verlos.

—Ya nos viste, vete.

Encima de todo, se atrevían a ser tan altaneros.

—¿Crees que le haré caso a una sangre sucia?

Se acercaban más a ellos, Crabbe y Goyle se subían las mangas de sus suéteres, vio a los otros dos hacerse hacia atrás.

—¿Qué tal si jugamos a las escondidas de allí? Usted se esconden y nosotros los buscamos.

Estaba obvio que no los llevaría adentro de la casa de los gritos, ni siquiera el mismo se atrevía a entrar, solo quería darles un pequeño susto como venganza.

Pero antes de seguir con su plan, algo frío golpeo su nuca. Se giro para buscar al responsable, pero no había nadie.

—¿Quién anda ahí?

Una bola de nieve se impacto contra su mejilla, había salido de la nada.

Luego, un montón de bolas de nieve más siguieron, también comenzaron a empujarlos

—¿¡Qué demonios!?

Sintió que lo jalaron de los pies, cayó a la nieve y, aterrado, vio como lo llevaban hacia la cerca que delimitaba la zona prohibida hacia la casa de los gritos. Trato de agarrarse de lo que sea, y al final lo logro.

Se puso de pie y salió corriendo horrorizado.

Descanso cuando estuvo un poco más lejos, mirando hacia atrás para ver como Harry se quitaba la capa de invisibilidad, haciendo que su corazón se estrujara.

¿De verdad lo habría llevado a aquel lugar si no se hubiera liberado?

Se abrazaron un rato mientras reían y luego se fueron juntos a otro lugar, entrelazando sus brazos los tres juntos.

Y por un momento, quiso estar con ellos.

Al final, había sido un mal día.

Between us • Harco • DrarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora