𝕴𝖊𝖗𝖔𝖜𝖊𝖊𝖓 | 𝕱𝖗𝖊𝖗𝖆𝖗𝖉

𝕭𝖎𝖗𝖙𝖍𝖉𝖆𝖞 𝕮𝖆𝖑𝖑

Los últimos dos años habían sido toda una aventura para el cantante. Había logrado reconectar consigo mismo, con la banda, con el público y con la música, aunque eso también implicaba traer de vuelta ciertas cosas de las que no se sentía nada orgulloso.

La manera en la que todo había acabado con Frank cuando eran jóvenes lo acechaba desde la espalda. La culpa estaba unida a su espalda y no lo dejaba en paz. Habían sido bastante inmaduros en aquellos años, tomaron decisiones tontas y apresuradas, pero ahora entendía que ambos estaban intentando dar lo mejor de sí mismos con las herramientas que tenían en aquel entonces.

Eran inexpertos y habían intentado hacer demasiado al mismo tiempo. No lo culpaba a él por tomar sus propias decisiones, pero si se culpaba a él mismo por las suyas.

Su corazón deseaba disculparse, aunque posiblemente ya no fuera algo que tuviera importancia para el tatuado.

Su último tour había terminado varios meses atrás y nunca encontró un momento que considerara apropiado para sacar de su corazón las palabras que se enterraban en él como dagas. El tiempo continuó pasando a su propio ritmo hasta que se encontró de frente con el cumpleaños del guitarrista.

Le escribió un mensaje de cumpleaños que se sintió demasiado impersonal. Se mantuvo observando el mensaje aún sin atreverse a enviarlo y supo que no era correcto. Decidió que llamarlo era la mejor opción.

12:01 y la primera llamada llegó a su celular. Esperaba que fuera su padre o cualquier otro familiar, pero en lugar de eso pudo ver el nombre de Gerard brillando en la pantalla como una estrella en una noche despejada.

Respondió la llamada y por un instante temió que solo hubiera silencio entre ambos, pero no lo hubo.

—¿Frank?

—Gee... —Los años habían pasado, pero había continuado llamándole de la misma manera.

—Quería desearte feliz cumpleaños. Iba a escribirte, pero sentí que necesitaba...

—¿Escucharme? —Conocía ese sentimiento a la perfección.

—Sí, lamento llamar tan tarde,

—No pasa nada, todos llaman tarde cuando es una llamada de cumpleaños, gracias por llamar.

—Me siento como un tonto.

—¿Por qué?

—Por todo —Gerard suspiro—. Por todo lo que nos hice. Quiero disculparme y decir que, si hubiera entendido todo lo que entiendo ahora, hubiese peleado por nosotros y no hubiese dejado que todo acabara como lo hizo, pero lamento demasiado no haber visto todo tan claro como ahora lo hago, pero también sé que no éramos más que niños pretendiendo que podían ser adultos y no era justo, no fue justo para ninguno de los dos. Necesito decirte esto porque realmente no puedo seguir adelante y fingir que no nos hicimos todo lo que nos hicimos, necesito sacarlo de mi pecho y enterrarlo en donde podamos verlo, ya no quiero ocultarlo, ya no quiero sentirme así y necesito sanar mi corazón para continuar.

Frank esperó pacientemente hasta que cada palabra, atravesado por los sentimientos encontró su camino afuera.

—No te culpes más, Gee. No necesitas sentirte mal por ello. Esto fue algo que ambos hicimos y me gustaría que un día podamos arreglarlo si es que sientes que podemos retomarlo y hacerlo mejor.

—Amaría poder darnos una nueva oportunidad.

—Limpia tus lágrimas Gee, pronto estaré contigo.

—Te amo.

—Te amo también.

Finalizó la llamada y su camino para reencontrarse con Gerard finalmente comenzó.