𝕯𝖊𝖈𝖔𝖗𝖆𝖙𝖎𝖔𝖓𝖘

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Una de sus actividades favoritas del mes era colocar la decoración de Halloween. Se trataba de su mes preferido, sin lugar a duda así que ponía todo su esfuerzo en lograr una decoración única año con año.

Siempre recibía elogios por parte de sus vecinos pues incluso su jardín completo pasaba por una transformación total y terminaba convertido en un paraíso para cualquiera que fuera fan de la época. Su casa siempre era una de las mejor decoradas y le daba mucho orgullo poder presumir que el mismo y sin ningún tipo de ayuda, se había encargado por completo de la decoración y logrado algo tan sumamente elaborado, impresionante y pulcro.

A inicios de año, un nuevo vecino había comprado la casa del otro lado de la calle, pero no le había dado demasiada importancia. No había tenido oportunidad de conocerlo pues al parecer salía demasiado y tampoco era como si Gerard hubiese intentado encontrarse con él y charlar un poco. No sentía la necesidad de conocer a más personas de las que ya conocía y generalmente el contacto social prolongado le resultaba sumamente agotador.

A la mañana siguiente de terminar con todas las decoraciones, despertó y bajó para prepararse el desayuno. Terminó bebiendo su café en la sala mientras veía la televisión hasta que el ruido del exterior fue demasiado perturbador como para seguir ignorándolo. Pudo distinguir las voces de varias personas del vecindario y algunos de los comentarios elogiaban las decoraciones.

Supuso que comentaban acerca de sus arreglos de ese año, aunque al asomarse a la puerta supo inmediatamente que estaba equivocado.

La casa del vecino de enfrente lucía prácticamente como una casa embrujada real. Se sintió algo celoso y su ego estaba herido. Se mantuvo de pie hasta que vio a un hombre que aparentaba tener una edad similar a la suya, salir de la casa y saludar amablemente a los vecinos y sin ponerle más interés al tema, subió al auto y se alejó, probablemente con dirección a su trabajo. Supo que se trataba de su nuevo vecino, aunque en realidad ya no era "nuevo" después de vivir ahí prácticamente un año.

Tal vez era un buen momento de conocerlo y entonces podrían compartir consejos acerca de la decoración. Tal vez el próximo año no tendrían que decorar todo por sí mismos.

Preparó una cesta con varios presentes como dulces y galletas, cada una con Halloween como su temática. Incluyo una botella de vino y dejó todo frente a su puerta algunas horas más tarde con una nota que había escrito a mano. Nunca había hecho nada como eso y estuvo algo nervioso al respecto hasta que el timbre de su puerta sonó y al abrirla se reveló a su vecino sonriéndole. 

𝕴𝖊𝖗𝖔𝖜𝖊𝖊𝖓 | 𝕱𝖗𝖊𝖗𝖆𝖗𝖉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora