9-La primera prueba

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Cedric paso por la primera prueba gracias a un descuido de Hagrid, el guarda bosques y profesor de cuidado de criaturas mágicas había estado apareciendo en el gran comedor con algunas quemaduras, la mayoría pensó que se trataba de alguna nueva criatura sin importancia, incluso el mismo, sin embargo, una noche despejada de luna llena, y mientras miraba las estrellas en su telescopio para la clase de Astronomía, se fijó que había cierto resplandor en el borde, aprovechando el descuido de la profesora Sinistra, enfoco el objetivo nuevamente hacia el resplandor, lo que vio en el bosque le hizo dar un pequeño salto en su sitio.

-Dragones...-Susurro para si mismo.

Había tres jaulas de Dragones, los tres se removían en el interior con furia y uno de ellos lanzaba fuego, el resplandor provenía del pequeño incendio que había comenzado en varios arbustos, pero Cedric noto algo más cerca de la frontera del claro, pudo identificar a Hagrid en compañía de Madame Maxine, probablemente estarían teniendo una cita, lo curioso del asunto es que no estaban solos, algunos arbustos de distancia el director de Durmstrang miraba a los dragones con fascinación. Su descubrimiento significaba que definitivamente Delacour y Krum tendrían conocimiento de la primera prueba, la ventaja estaría en él también.

Así fue como estudio a las diferentes clases de Dragones hasta dar con los que había visto en el bosque, Gales verde, Bola de fuego chino y Hocicorto Sueco, tenía información suficiente de los tres y sabía que podría lidiar con ellos, al menos lo suficiente para pasar la prueba. No fue para nada una sorpresa cuando el señor Crouch le tendió una bolsa para que cada uno sacará su pequeña replica, Cedric acepto estoico y avanzó segundo después de Fleur, que hubiera ganado en el menor tiempo posible fue gracias a su ingenió y sus buenas notas en transformación, de otro modo el Hocicorto Sueco lo hubiera chamuscado a la primera, el conocimiento de los libros apenas si había sido de utilidad cuando se enfrentó al animal.

La celebración en Hufflepuff fue un tanto apoteósica, habían ingresado alcohol, mucha comida de las cocinas y había gente de probablemente todas las casas, incluso algunos aventureros de Beaxbatons y Durmstrang. Cedric se mantuvo al margen, permitió a Hannah tomar el huevo y pavonearse por la sala con el, aprovechando la distracción para encerrarse en su habitación, necesitaba escribirle una carta a James, el chico había ignorado su juramento, al explicación nunca llegó, tampoco noticias de su paradero, se sentía traicionado.

"Pase la primera prueba, tenías que haberme visto enfrentarme al dragón, un Hocicorto Sueco, todo un espectáculo. Quizás olvidarás tu juramento solemne respecto a explicarme porque robe la rata de un compañero, un supuesto animago, las quisiera ahora James.

Atte: Diggory"

Quería dejar en claro que se encontraba molesto, fastidiado ante el hecho de ser obviamente ignorado, se sentía incluso timado, su amistad había sido solo una herramienta para entrar en Hogwarts? Eso le preocupaba, había estado fascinado con James de una u otra forma, lo de ser nómada solo le agregaba exótico atractivo. La respuesta llegó al día siguiente, una extensa carta acompañada de la cinta color durazno que había atado en el cuello contrario para el baile, quizás se hubiera sentido eufórico si no fuera por las miradas curiosas que recibió en el gran comedor, el rumor de que tenía novia se había esparcido como pólvora y ahora estaba recibiendo una carta con su lechuza, incluso la cinta que había llevado de collar para el baile.

El rubio se sonrojo solo un poco, pero mantuvo su dignidad mientras abandonaba el gran comedor hacia uno de los jardines privados del castillo, su favorito era el que tenía plantas alrededor de la fuente. Al llegar tomo asiento en uno de los bancos de piedra y abrió la carta, la tinta era de color azul brillante, un tanto exótico para un pergamino que obviamente estaba manchado con grasa y el círculo húmedo de una taza de café.

"Querido Diggory, Cola gusano está bien si eso es lo que te preocupa, la deuda que tenía con mi padre se remonta a sus años de juventud, no estoy muy claro de que pasó en realidad, pero implica al mundo muggle y una sanción importante para mi padre por el ministerio. No te había escrito porque en realidad me encontraba en Australia, fui a visitar a unos viejos amigos pero olvide informarte que Hedwig estaba algo enferma, lo siento, traje algunos recuerdos para nuestro próximo fin de semana en Hosgmeade si aún seguimos siendo amigos.

Atte: Un suplicante James"

Cedric nego con una sonrisa, simples palabras le habían hecho tan feliz, no podía esperar su próxima salida al pueblo, aunque en realidad debería estar intentando descifrar el huevo, los ruidos infernales que salían de el podía significar que lucharia contra algo terrible, o que se estaba perdiendo información.

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.punto elegante

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Había estado llevando la cinta a todos lados atada como una venda a la mano izquierda, le reconfortaba un poco y era graciosa la manera en que sus amigos, y en general toda la población femenina en Hogwarts, incluyendo a las chicas de otras escuelas, miraban la cinta con anhelo, con rabia. Harriet Dinah era tema de conversación en muchas ocasiones, había descubierto que la morena de ojos verdes era catalogada como la chica más asquerosamente afortunada al otro lado del mundo, algunos se preguntaban si en realidad Cedric no estaría planeando abandonar el reino unido detrás de la chica, pues era obvio, según ellos, que estaban profundamente enamorados.

Lo que no esperaba ninguna persona en Hogwarts, mucho menos el mismo Cedric, es que la muy divertida Harriet lo esperara en la salida de Hogwarts hacía Hosgmeade, en esa ocasión lleva ropa más informal, medias gruesas de color canela en conjunto a un vestido corto en blanco, todo cubierto por un abrigo marrón, sonría ampliamente, mientras jugueteaba con un riso suelto de su cabello recogido en una cola alta, que al acercarse, noto estaba sujeto con una cinta idéntica a la que el llevaba, una color durazno.

-Hola cariño-Dijo suavemente mientras depositaba un beso en su mejilla-Trata de parecer un poco más feliz, la sorpresa desmedida es agradable pero los demás van a sospechar-Susurro junto a su oído antes de separarse.

Cedric le sujeto de las mejillas y dejo un beso muy cerca de sus labios para poder susurrar de vuelta-¿Lo haces para molestarme no es cierto?

-Si un poco-James frunció la nariz de forma divertida-Vamos a la casa de los gritos, papá movió nuevamente el campamento.

Orión los recibió con el ceño fruncido-James, te dije que no volvieras a tomar esa forma si había gente que podría reconocerte cerca...

-Todos piensan que soy la novia de Diggory papá, no pasa mucho si me ven con él.

El hombre negó con frustración-Eres incorregible, te pareces demasido a...

-A ti!-El moreno se adelantó casi con nerviosismo-Me parezco a ti, caso cerrado, fin de la conversación...-Se giró hacía Cedric y sonrió de manera forzada-Toma asiento, voy a darte tus regalo de Australia.

Cuando volvió del espacio que era su habitación ya no lucía como Harriet, y fue cuando Cedric se sitio desfallecer un poco más, James había dejado crecer su cabello como su versión femenina, esto hacia que el nido de pajaros tuviera sentido, se transformaba en una melena con ondas rebeldes pero exóticas que enmarcaban su rostro, se dió cuenta que la cintura que no había podido olvidar era parte del moreno en su forma normal, que sus brazos delicados abquirian solo un poco de músculo, pero que en esencia lo que adoraba de Harriet era simplemente James siendo el mismo. El chico le tendió un caja algo pesada y tomó asiento a su lado.

Cuando el rubio la abrió se encontró un par de peluches pequeños con atuendos gracioso, dulces exóticos, camisetas con algunos dibujos de la ciudad y una pulcera tejida, quizás fuera un poco tonto de su parte pero se giró hacía el otro y le dió un ligero beso en la mejilla.

-Gracias James.

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