Nómadas

10-Agua

—¡Cierralo! ¡Cierralo!—James negaba con las manos en los oídos.

Cedric cerró el huevo casi de inmediato y suspiro—Cada vez que lo abro siento que suena aún peor.

—Parece el chillido de miles de mandragoras...—El moreno tenía el ceño fruncido—Quizas la próxima prueba tenga que ver con pociones.

—Eso no es un mandrágora, realmente tampoco es un animal o criatura—Orion les miraba con diversión—Lo que están escuchando es un ser, probablemente un dialecto, el único problema es que no lo están decodificando.

—¿Esos chillidos del demonio son algún tipo de comunicación?

El pelinegro asintió miéntras rodaba los ojos—Si James, probablemente tienen un mensaje para Cedric.

—¿Pero como podríamos averiguarlo? En realidad no conozco ningún hechizo o máquina capaz de traducir algo así...—El rubio se mordió el labio—¿Ustedes?...

—Estan pensando que necesitas magia o ayuda compleja para hacerlo, cuando en realidad solo necesitas agua—El mayor invoco una bañera y casi al instante la lleno agua cristalina—Introduce el huevo y escucha.

Cedric no tenía realmente nada que perder, tomo el objeto y lo introdujo a la bañera, al abrirlo espero que el sonido formará burbujas de aire, pero en realidad no pasó nada, algo confundió miro al mayor.

—Tienes que sumergir la cabeza con el—Orion se sujeto el pelo en una cola y se metió prácticamente hasta los hombros en la bañera, sus manos haciendo un gesto para que le siguieran.

James fue el siguiente y después Cedric, quien abrió los ojos increíblemente sorprendido al escuchar los canticos más dulces y acústicos de su vida, una melodía repetitiva que era en definitiva la pista para la próxima prueba. Saco la cabeza de la bañera y se apartó el agua de los ojos, los otros ya estaban afuera y se secaban con un par de toallas, el moreno le ofrecía una en cuanto vio que estaba conciente de su entorno.

—¡El lago negro! ¡Tiene que ser el lago negro!

El otro asintió—Probablemente tendrás que pelear con sirenas por algún objeto preciado.

Cedric elevó una ceja—¿Sirenas?

Orión asintió con suavidad—Las sirenas son por excelencia el tipo de criaturas que cantan bajo el agua, si mal no recuerdo el lago negro cuenta con su propia población, aunque en general no les gusta interactuar con los humanos—El pelinegro se dejó caer en una silla e invoco un libro—Estoy casi seguro de haber visto algunas atraves de las ventanas de la sala común de Slytherin, pero no son como las sirenas griegas, las del lago negro son más similares a una criatura que a un humano—Le tendió el libro donde parecía el dibujo detallado de una sirena un tanto terrorífica.

El rubio se estremeció al leer el contenido informátivo, según el autor las sirenas del lago negro eran reservadas, en general muy desconfiadas y hasta cierto grado violentas con los extraños, preferían no ser visitadas, ni estudiadas, se mantenían al margen de la civilización mágica, solo podría interactuar con ellas si se tenía algo para hacer trueques o música, las sirenas adoraban la música, el ritmo y las melodías, eran quizás la única forma de salir bien librado de sus manos palmadas y sus tridentes. No era alentador, tendría que buscar una forma de respirar bajo el agua, nadar a buena velocidad y mínimo un objeto que produjera musica para intercambiar con su objeto preciado, y solo tenía un mes.

—Para respirar debajo del agua podrías utilizar el hechizo casco burbuja—Orion movió su varita mostrándole el hechizo en si mismo—Produce aire puro y no va a estallarse mientras no hagas el contra hechizo.

James asintió—Es una buena idea, como objeto de intercambio podrías llevar un xilofono, una campana o incluso cantarles algo.

Cedric sonrió con suavidad—Soy terrible cantando, pero podría conseguir algún instrumento, solo me preocupa un poco lo de nadar, si no les agrado a las sirenas voy a tener serios problemas para escapar.

—No conozco ninguna forma de nadar más rápido...—El hombre negó con suavidad—Pero podría preguntarle algunos amigos, quizás tengan alguna solución.

—De igual forma se supone que puedes pedirle ayuda a algún profesor, quizás pociones o herbologia, aunque no estoy muy seguro de que el Murciélago te ayude...—James hizo una mueca.

—¿Murciélago?—Orion les miro confundido.

Cedric soltó una risita divertida y negó—Severus Snape, tuvimos un encuentro mientras volviamos de Gryffindor, a James no le agrado mucho.

—Conozco a Snape—El pelinegro hizo una mueca de profundo desagrado—En la escuela era un estudioso petulante que solía mirar a los demás por debajo de su nariz ganchuda, lamentable que ahora atormente a los estudiantes de Hogwarts.

El rubio hizo una pausa antes de preguntar—¿No conoció usted a mi padre? Amos Diggory, probablemente se lo topo alguna vez, pues papá suele decir que estaba en una etapa intermedia, el conocía a Arthur Weasley que era mayor, pero también a James Potter o Sirius Black que eran menores, y el profesor Snape es sin duda de la misma edad que usted.

Orión se tensó en su asiento y asintió con una mueca de incomodidad—Conocí a tu padre pero jamás le hable, yo era de los primeros años cuando Snape estaba en tercero o cuarto, conocí su personalidad gracias a los grupos de estudio, ya sabes, los prefectos ayudan a los pequeños con tareas de las materias más difíciles, el era el encargado de pociones.

—Dejemos al Murciélago en paz—El moreno hizo un puchero—¿Trajiste pastel de calabaza Cedric?

—Esta en la bolsa donde venía el huevo.

—¡Cedric para campeón del torneo de los tres magos!—James fue por la bolsa corriendo y gritando aquella frase, no se detuvo incluso con las mejillas llenas de pastel.

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           .punto elegante

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—¿Branquialgas?—El rubio miro al otro con confusión—¿Que son?

Neville Longbottom se sonrojo un poco y señaló el dibujo en uno de los múltiples libros esparcidos por la mesa de la biblioteca, en el se veía lo que parecía ser un cúmulo de algas verdosas más parecidas a gusanos. Cedric hubiera hecho un mueca si no fuera que al leer la información descubrió que el chico de Gryffindor le había dado la solución a su único dilema respecto a la próxima prueba.

Alzó la vista con sorpresa—¿Cómo lo supiste?

El castaño sonrió con timidez—Llevas al menos cinco minutos susurrando que necesitas nadar más rápido...—Hizo una pausa y volvió a señalar el libro—Las branquialgas son la mejor opción.

—¿Donde puedo conseguir un poco de esas?

Neville hizo una mueca—La profesora Sprout podría tener en los invernaderos acuáticos, pero tú mejor opción, si las necesitas rápido, es el almacén de ingredientes del profesor Snape, también se usan en pociones y es probable que el tenga.

Cedric nego con frustración—Meterse en ese lugar sería un suicidio para la copa de las casas, si me descubre me quitará puntos hasta la graduación—Hizo una cara de terror—Incluso podría lograr que me expulsen.

Neville se estremeció en su sitio—Tratare de conseguirlas del invernadero, pero no esperes mucho, no estoy seguro de que la profesora Sprout realmente las tenga.

—No importa, sigue siendo mejor opción que Snape.