viaje a la ciudad

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Para ser honestos a Skye le estaba gustando vivir en la mansión, las cosas eran bastantes Tranquilas y sus compañeros de trabajo eran agradables y divertidos solo existía un pequeño detalle.

— ¡No quiero! — Chillo siendo sostenida por las muñecas por el mayordomo mientras intentaba pelear por alejarse.

— El joven amo tiene un trabajo en la ciudad y nos necesita en óptimas condiciones. — Contesto Sebastián algo divertida al verla pelear pero aún la sostuvo con fuerza haciendo que cayera sentada sobre su regazo. — Ahora, si fuera tan amable.

— ¡No tengo hambre! — Se defendió haciendo su boca a un lado.

— Lleva una semana sin comer así que lo dudo. — Dijo elevando una ceja suspirando al ver su clara intención de no volver a morderle, si tan solo hacía que probará una gota de su sangre estaba segura de que podría hacerla comer de forma voluntaria, espera... — Está bien, no la obligare. — La soltó y Skye se dio la vuelta para verle sorprendida.

— ¿En se— fue callada por unos labio ajenos que se posaron sobre los suyos y su cabeza se fue en blanco. Por supuesto Dios o Satanás hizo al demonio un buen besador... maldita su suerte y su cuerpo por sentir que se derretía ante el contacto.

Abrió sus labios cuando sintió una mordida en su labio y al sentir la lengua del demonio en su boca se pudo desmayar ahí mismo. Sus manos temblaron un poco pero fueron sostenidas con delicadeza por el mayordomo  quien finalmente mordió su propia lengua haciendo que su sangre fluyera directamente a la vampira cuyos ojos brillaron escarlata ante el sabor.

Había caído por su juego.

En cuanto se alejó en busca de aire su boca fue a parar a su cuello en busca de más deliciosa sangre mordiendo y succionando como si la vida le fuera en ello.

— Buena chica. — Murmuró Sebastián acariciando su cabello hasta que ella se alejó con algo de su sangre corriendo por sus labios y bajando por su barbilla. — Que espectacular vista. — Sonrió acercándose para darle otro beso ahora más dulce que la chica respondió algo mareada por toda la situación. — Con su permiso tengo que arreglar las cosas del Joven amo, saldremos en la mañana. — Le aviso dejándola en la cama viendo el techo.

— Realmente te odio... — Susurró algo ida haciendo sonreír al mayordomo.

— — — ( O — O ) — — —

— Últimamente en Londres han estado apareciendo los cuerpos de varias jovencitas bien arregladas por toda la ciudad, la prensa ha llamado al asesino "El coleccionista" por la forma en que los cuerpos asemejan muñecas de porcelana. — Explicó Ciel en el carruaje con Skye a su lado lo más lejos posible de Sebastián.

— ¿Muñecas? — Pregunto tomando los expedientes que le ofreció el coleccionista pestañeando en sorpresa. — Esto...

— ¿Que sucede? — Interrogó el menor al verla interesada.

— Estás chicas se asemejan mucho a unas muñecas que tenía de niña... — Murmuró haciendo memoria. — Eran de una colección muy exclusiva, solo unos pocos aristócratas franceses pudieron accederá a ella si no mal recuerdo. — contó acariciando suavemente una de las fotografías sobre el cuerpo de una chica, ella tuvo esa muñeca... El se la regalo...

— Interesante. — Sonrió Ciel ante la primera pista. — Sebastián, con la nueva información te ordenó reducir la lista de sospechosos, y vernos en la mansión, nosotros iremos con Undertaker .

yes. My Lord — Sonrió el demonio haciendo una pequeña reverencia para salir del coche en movimiento, con algo de suerte caería de cara en alguna piedra y Skye no tendría que preocuparse más por el, lástima que no tenía tanta suerte.

Sangre y realeza.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora