Abandonando Cadenas

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Su cabeza dolía horrores y por unos instantes todo estuvo confuso pero aún así se obligó a abrir los ojos. Todo estaba oscuro pero a la vez extrañamente claro a su ojos. Noto que estaba en una habitación sin ventanas, yacía sentada en una cama con cadenas en sus muñecas que llegaban al techo, eso no era una buena señal.

— Finalmente despertaste. — Escucho a su lado y vio sentado en un sofá a su joven amo vestido de blanco ¿Que?

— ¿Que sucedió? — Pregunto sintiendo su garganta seca.

— La vendedora nos tendió una trampa, para cuando desperté ambos estábamos "así" — Hizo un gesto señalando su ropa y Skye noto que ella traía un vestido negro con morado distinto al que traía puesto antes. — en esta habitación.

— ¿Que hay de Sebastián?

— Lo he estado llamando por un rato pero nada, no creía que existiera un lugar donde no pudiera encontrarme pero aquí estamos. — Contestó levantándose de su lugar para acercarse a la chica. — Tus ojos son rojos, y tú cabello es blanco ¿Te importaría explicar? — Quiso saber con algo de curiosidad y por un segundo la vampira huyó su mirada.

— Está es la verdadera apariencia de un vampiro... Con pociones y hierbas logré mantener mí vieja apariencia pero el muérdago en ese humo debió eliminarlo. — respondió apretando sus labios.

— ¿Tienes alguna idea de porque estamos aquí?

— No, es decir pudieron traernos para que no interfirieramos, pero de ser así, matarnos abría sido más fácil y estás ropas...  — Intento pensar en la receta del ritual pero nada de esto encajaba, como último ingrediente se necesitaba... — Todo esto es muy extraño.

— Algo en lo que acordamos ¿Puedes romperlas? — Señaló las cadenas en sus muñecas y ella hizo un intento por abrirlas tan solo para soltar un chillido de dolor como respuesta. — ¡¿Que pasó?! — Pregunto con algo de preocupación.

— Son de plata... La plata es letal para los vampiros — Contesto sintiendo sus muñecas y manos arder.

— Entonces eso es un no. — suspiro está situación no se veía para nada buena para ellos, hasta que finalmente la puerta fue abierta dejando ver a una niña de ojos grises con un hombre de mirada heterocromatica.

— ¿Que hacen ustedes aquí... ? — Pregunto sintiendo su corazón detenerse por un segundo, para que luego la rabia se apoderará de ella e intentará atacarle tan solo para ser detenida por las cadenas chillando de dolor.

— Tranquila, no estamos aquí para pelear. — Dijo el hombre con una sonrisa. — Debo decir que así te vez hermosa. — sonrió mientras se acercaba siendo detenido por el conde. — Oh cierto, aún no nos hemos presentado, ¿Donde están mis modales? — Pregunto con una sonrisa felina. — Soy Lucas Romanov, y esta es mí asociada Selene Aragón, es un placer finalmente conocerlo Conde Phantomhive, soy un gran admirador de su trabajo y el de su familia.

— Deja las presentaciones, y dime ¿Porque nos trajiste aquí? — Demandó saber evitando lucir demasiado sorprendido ante la revelación y manteniendo su expresión seria.

— ustedes nos estaban buscando ¿No? A la desaparecida bruja de la realeza y al vampiro que maldijo a una druida. — Contesto sin menguar en su sonrisa en ningún momento viendo cómo el menor casi chasqueaba la lengua. — Además no podemos tener nuestra pequeña celebración sin los principales invitados.

— ¿De qué mierda estás hablando? — Hablo Skye asesinando lo con la mirada.

— Vamos a celebrar el ritual para que puedas volver a ser tu. — llamo la atención Selene que se mantuvo callada hasta el momento.

Sangre y realeza.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora