Volver a Comenzar. // Jos Canela. (Terminada).

a mi me gustas tú.

Jos POV.

Justo iba a besar a __, cuando tocaron la puerta.

-adelante.

Nos acomodamos las ropas.

-Señor Canela, le traigo esto que necesita firmar.

-si, traelos acá.

___ POV.

Note que la "secretaria" de Jos, traía la camisa con dos botones desabrochados, se le veía más el busto.
El no miraba, aún no se daba cuenta o no le dio importancia.

-listo.. Puedes irte.

-con permiso.-meneaba las caderas de forma provocativa.

-no me agrada esa chica.

-y crees que a mi sí, yo no la contrate, ese fue mi tío...

Me crucé de brazos y el vino a mi.

-se te notan los celos a kilómetros.-me abrazo.

-no, solo no me cae bien y tú le gustas.

-y ella a mi no, a mi me gustas tú.-beso mis labios.

-eso pensé.

-me gusta que me celen, más tú.-
Me límite a reír.

Tenía unas cosas que hacer, así qué mientras salia Jos, busque mi tarea en mi iPad.

-___, linda.-escuche una voz en mi oído.

-no molestes.-dije.

-vámonos, es tarde.

-¿que hora es?.- bostece.

-8:30.

Se puso de pie y tomó mi bolso.
Caminamos hasta el elevador, y ahí venía Ximena.
Abracé a Jos, este se dio cuenta de lo que hacía..

-para que no te roben.-susurré.

-celosa.-hablo bajito.

-cuido lo que es mío, no te presto a nadie, solo a tu mamá.

**2 año después**.

Ya llevó dos años viviendo en España, ¿se preguntarán que si sigo con Jos? Así es, aún sigo con el.

Lucí ya tiene a su bebe y tiene 1 año seis meses.

Se parece mucho Alonso, los ojos azules, la piel blanca como la leche.. Que puedo decir, es un mini Alonso. Le pusieron por nombre Sebastian.

-Es tan lindo.

-deberías verlo en la noche, no nos deja dormir.

-no es tan malo, así son los bebés.

-es porque a ti te gustan los bebes, los adoras... En fin, me voy.

-corre que es tarde, Alonso es puntual.

-si, lo se.. Gracias por hacer esto __, te debo una muy grande.

-esta bien, ya ve.-nos despedimos, le dio un beso a Sebas y se fue.

Le di algo de comer, luego lo cambié y me puse a ver caricaturas con el.

-¿ya tienes sueño bebe?- se tallaba los ojos de una manera muy tierna.-bien, es hora de la siesta.

Lo tomé en brazos y lo llevé a mi habitación. Iba arrullandolo hasta que cerro sus ojitos.
Acomodé las almohadas y lo acosté.
Me di un baño rápido, al salir seguía durmiendo.