Cuentos para reflexionar

Gracias.

Una palabra mágica olvidada, pero indispensable si quieres que alguien se sienta bien, gracias. Esa única palabra puede hacer q alguien levante sus animos de 0 a 100 en nada de tiempo. Ahora, una gran pregunta...

¿Sabes dar las gracias?

Es algo que te deberían haber enseñado tus padres, cuando alguien hace algo bueno por tí, las gracias nunca son una obligación, pero nunca están demás.

Según los cristianos, a las personas que hagan un mal, también debemos agradecer... y no es menos cierto, las malas pasadas te enseñan y te hacen crecer como personas, pero no confundas este caso con inocencia, para que las malas pasadas te enseñen y no se repitan, debes aprender de ellas.

Otro aspecto es no confundir, jamás gratitud con esclavitud. No es lo mismo una vida de gratitud, que una de esclavitud.

Hay personas que creen, que por una buena acción a una persona, esa te debe una gratitud eterna, osea, una esclavitud. Si eres de esas personas, por favor, cambia, el mundo será un ligar mucho mejor sin esa personalidad tuya.

Aunque no te guste dar las gracias, harás a una persona felíz solo con pronunciar 6 letras, aunque no lo creas, hay personas que se preocupan por tí, y aunq no te guste, lo hacen, te caiganmal o bien, lo hacen y no les importa cuantas veces los mandes lejos, siempre podrás contar con ellos... Aunque, rectifico, no siempre esa persona estará dispuesta a aguantar malos tratos o desprecios de tu parte, así solo me queda decirte que aproveches.

Les anexaré una historia, más que clara está...

Era una vez, un pequeño polluelo, este tenía mucho frío. De repente un pato sé  sentó sobre él con un plumaje caliente, el polluelo estaba cálido, mas se sentía incómodo pues tenía un peso encima. En eso, llegó un gato y espantó al pato, luego se giró al polluelo y se lo comió.

Moraleja: No todo el que te da un peso, te hace mal, ni todo el que te ayuda lo hace por bien tuyo.

Estás lecciones no serán eternas. Adiós.