Bien, directos al cuento hoy. No hay concepto, porque todos hemos sentido ese sentimiento en específico al menos mil veces en la vida, (más si eres cubano 👀)
Pues resulta que, la historia es de un joven de dicha nación... Póngamosle... Darián.
(👀No se rían de Darián porque lo que le sucedió, también les puede suceder a ustedes👀)
Erase una veeeez, Darían, un chico alto, moreno, poco pelo en la cabeza, por no decir que ninguno, cejas unidas, ojos marrones, nariz perfilada, manchas en la piel, y marcas de mordidas en sus muñecas. A Darián, le habían dejado salir varias veces en el año a fiestas que se realizaban de noche, quinces (Si no eres cubano, pues, los quinces son la celebración publica de unos quince años, pero quince es el termino común en Cuba) y había agarrado confianza en si mismo, se sintió hasta más responsable, como para llevar consigo a otra persona.
Y por otro lado: Erase una veeeez... Esperen
*Se va, busca la caja, la toma y vuelve. Rebusca un papel y lo toma, lo abre y*
Yensay (Pues valla nombre japonés que me he sacado, a la ostia)
Bueno, sí, el caso. La situación fue le siguiente *ahem* :
Yensay era una chica rubia, su pelo llegaba hasta los hombros en la parte de la espalda, de estatura promedio, ojos verdes, nariz respingada y delgada, linda a los ojos de sus padres, y... Extrañamente apetitosa para los de Darián. La niña tenía un año solamente de diferencia con Darián. Iban a la misma escuela, pero en diferentes grados y a diferencia de Darián, a ella no la dejaban salir de noche.
Un día, Darián vio en ella, por cosas de la vida, la candidata perfecta para llevarla a salir. Conocía a su madre, y desde antemano, sabía como pedirle a la niña para salir.
(Ni pienses que te voy a mostrar, ya bastante pena que va a pasar Darián, pobrecito)
Un día, Darián le pidió el favor a su madre, y luego se lo comunicó a Yensay. No habría "quinces" hasta un tiempo, tiempo que pacientemente, Darián esperó, pero por cosas del destino, Darián cayó castigado un día antes...
Yensay- No. No puede ser. Tu estás jugando.
Darián- Adoraría estarlo, pero no.
Yensay- ¿Y ahora?, con tanta ilusión que yo tenía. -Dijo eso en un intento de que Darián sintiera culpa y lo logró-
Darián- Mira, yo voy a ver que le digo a mi pura, pa' que me deje ir. A ver si se puede, sino, yo vengo por aquí y te digo ¿ok?
Yensay- Ok.
Pasó un tiempo breve y Darián volvió a la casa de Yensay, con la buena noticia de que le habían dejado salir.
(Tampoco te voy a poner como convenció a su madre)
Pasaron la mayoría del día juntos, Yensay y él, y varias veces ella se desanimó, diciendo: "No quiero ir, yo nunca he ido" "¿Y si hay chiquillos que me caen mal?" "¿Y si no voy vestida bien?". Cosa que a Darián tenía ya un poquito disgustado, ya que le pasaba por la mente, que en vez de joven responsable, le tocara ser padre esa noche.
La noche cayó, Yensay se decidió a ir, fue acompañada de una pareja amiga que llegó después, mucho después que ellos a la fiesta (Recuerden ese dato, es importante) y mientras iban de camino, pasaron a buscar una amiga de Yensay. (Acción de la que más tarde se arrepintió con su vida)
Por el camino, Yensay no habló ni una ve con el, por más que él buscaba conversación, iba hablando con su amiga, siempre repitiendo las palabras "Viste" o "Captaste", cosa que molestó un poco a Darián, quien en un punto del camino le dijo amablemente (si, en serio, se lo dijo amablemente) que no dijera más esas palabras.
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Cuentos para reflexionar
ContoCuentos seleccionados y traídos hacia ustedes por este humilde chico para q reflexioneís acerca de sus acciones diarias y corrijáis lo mal hecho.