•Capitulo -2-

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Aquel Hombre se acercó lo más rápido y cauteloso posible al origen del rugido, ahí pudo ver a dos Niños muy agitados corriendo hacia el, se quedaron de pie frente a el, y trataron de mirarle, ya que era muy alto, el hombre noto sus heridas, y cargo a ambos y ellos sabiendo que estaban asalvo se dejaron cargar, por Bo.

Llegó rápido a la cabaña, otros chamanes estaban dentro acojieron a los niños en unas camas para atender sus heridas y darles algo de beber.

Una vez seguros, Bo regreso al lugar donde los halló, con antorcha en mano logro visualizar la petrificante escena del oso masacrado por las rocas, se sentía un aura horrible bajo aquellos ojos llenos de sangre, decidió que averiguaría cuál de los niños acabo con tal bestia, para que, como tradición del pueblo, tendría un trofeo, mirando un poco más, una espuma verde brotaba del hocico del moribundo animal, el lo cubrió con unas hojas, se fue del lugar, ahora mismo eran las 12:34 de la noche.

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Por otro lado..

Marcuz llegó sin rasguños a la tribu, excepto la mordida que Nita le dejo, pronto llegó a su cabaña, se cubrió y saco una aparente daga de plata a la que no pudo darle uso, se asomo para ver el alboroto de la muchedumbre, quienes estaban todos por irse, hasta que el líder noto la ausencia de sus hijos, y mando a buscarlos por el lugar, estaba asustado de que podrían hacerle, por suerte para el nunca nadie se enteró de lo que pasó, no encontraron el paradero de los chicos esa noche.

Acordaron preguntar por el avistamiento de los chicos por el área de la tribu vecina, pero al día de mañana, ya que a esa hora ni la más blanca oveja podría encontrarse entre esa densa jungla.

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Bo, volvió a la cabaña de vigilancia luego de que terminase su turno de patrullaje, los niños bajo el cuidado de los chamanes ya se hallaban dormidos, el agradeció, y prometió volver al día siquiente para hacerse cargo de ellos, por lo que se retiró a su cabaña.

...

Aquella mañana, los niños se levantaron más temprano de lo normal, y aunque los tratasen bien, seguian sintiéndose inseguros y extrañando su hogar.

Nita salió un momento a mirar los alrededores, y luego de unos minutos llegó el hombre que los recojio ayer, lo reconoció y llegó una extraña curiosidad por el, ya que ella nunca había visto a un hombre con el cabello así de largo.

-Oiga señor- llamó nita, y el se agachó para escucharle.

-¿Por que su cabello es así? ¿Es una mujer acaso?- Preguntó inocentemente mientras lo analizaba de arriba a abajo.

Bo río ante su inocencia y respondió -Aqui dicen que el cabello largo te da "suerte", no necesariamente debes ser una mujer para tenerlo así, ¿nunca has oído de Sansón?-

Ella solo lo miro confundida, el acaricio su cabeza y entro en la cabaña, luego Nita lo siguió, León estaba mirando por la ventana, específicamente a dónde se hallaban el oso cubierto con hojas, le aterraba tanto, sin embargo no podía apartar la mirada.

Luego de entregarle a cada uno paletas hechas con azúcar derretida, Bo lo noto la mirada de Leon y le dijo a los niños que esperarán por el, un poco más..

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