Valentin no puede pasar de página su ex relación, vive en la nostalgia que ésta le causa y solo piensa en que hubiera pasado si las cosas fueran diferentes.
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Los primeros meses pasaron y la angustia del otoño estaba llegando. Si bien era la estación favorita de Valentin ya que le encantaba usar ropa grande y buzos, no pudo evitar sentirse un poco deprimido.
El otoño era una estación dorada y tranquila. Las hojas de los árboles cambiaban de color, pasando de verde a un espectro de rojo, anaranjado y amarillo. Las temperaturas bajaban y el aire se enfriaba. Los días eran más cortos y las noches más largas, y los animales preparaban sus nidos para el invierno.
El chico pelirrojo despertó con el sol iluminando su rostro atraves de la grande ventana. Se sentó en la cama y miró alrededor de la habitación. Era un viernes, y tenía que cumplir con su obligación de ir al colegio. Últimamente no estaba yendo, faltaba seguido a causa de que se sentía un poco cansado y abrumado, no se veía nada emocionado por la idea de ir. Pero aún así se levantó, se duchó, se puso el uniforme y fue a desayunar.
Salió de su casa y se subió al colectivo. Sacó sus auriculares, puso la playlist que le había hecho su amigo Matias con algunas canciones de Taylor Swift y se relajó en el asiento. Miraba por la ventana y veía la gente en la calle, los autos y los edificios pasando a toda velocidad, las nubes que adornaban el cielo, señalando que en poco tiempo se daría inicio una tormenta.
Even on my worst day, did I deserved, babe? All the hell you gave me 'Cause i love you, i swear i love you 'Til my dying day
Llegó a clase y se sentó en su asiento, sus dos mejores amigos ya se encontraban en esta y no dudaron en abrazarlo, hace días que no lo veían y aunque el colorado no era el mayor fan de demostrar su cariño, se los devolvió.
Ya habían pasado las primeras 3 horas de clase y tocaba el timbre para dar inicio al primer recreo de la jornada, al estar lloviendo afuera prefirieron pasarlo en el curso comiendo galletas don satur y tomando mate. Julian los invitó a una joda que había organizado un primo de el. No dudó en rechazar ya que, aunque hace mucho no salía y sabía que era lo que normalmente la gente de su edad hacía, prefería estar en su casa calentito durmiendo y no en un lugar lleno de gente, poniendose de mal humor al instante por lo friolento que es y el sueño que siempre le suele agarrar.
Valentin tampoco tomaba alcohol, nunca lo había probado ni tampoco le encontraba lo divertido a pasar vergüenza. Veía a otros jóvenes enfocados en la bebida, buscando diversión y emociones fuertes, tomando al punto de que sus hígados no aguanten más y tengan el deseo de lanzar todo. Lo encontraba asqueroso.
Sus amigos hicieron de todo para tratar de convencerlo, hace mucho que no salían los tres juntos, después de haber tenido que estar cuidando a sus dos mejores amigos por lo borrachos que estaban, Valentin tomó la decisión de no volver a salir por un período de tiempo. Pero ahí estaban, rogándole que fuera con ellos y se divirtiera un poco olvidándose de sus pensamientos. El pelirrojo lo pensó y solo pudo soltar un "Lo voy a pensar". Sus amigos aún así festejaron por la respuesta del pecoso, aunque no les había dicho que si, un "lo voy a pensar" era mas que suficiente para que se emocionen.
