14

1.2K 122 150
                                    

El ambiente en casa estaba extraño ese viernes por la noche, y eso lo mantenía inquieto.

No fue solo el hecho de que su padre llegara temprano del trabajo con una sonrisa de oreja a oreja, sino también que su papá estaba nervioso, trabándose al hablar y sonriendo de una manera extraña.

Quackity no había querido mencionar nada, pero esperaba que durante la cena alguno de los dos le contara por fin lo que estaba sucediendo a su espalda, y esperaba de todo corazón que se tratara de una buena noticia.

Después de su primera sesión quedó destrozado, había llegado a casa a dormir y pasó un par de días con el ánimo muy bajo, pero entre Rubius y Luzu se habían encargado de hacerlo reír y hacerle compañía en todo momento.

Ahora, sentado en la gran mesa del comedor, con su papá frente a él y su padre en la cabecera, jugueteaba con la comida en su plato, sin ánimos de probar un bocado hasta que todo se aclarara.

—¿No te gusta la cena? ¿Quieres que te preparen algo más?— Foolish lo miró con preocupación, haciéndolo sentir culpable.

—Es que no tengo mucha hambre— Mintió, poniendo una sonrisa en su rostro para tranquilizarlo, lográndolo.

Vegetta los observó a ambos y se detuvo en Foolish, esperando que este lo observara de vuelta. Cuando ocurrió, gesticuló un par de palabras y el contrario asintió, desvió su mirar hacia su hijo, y su sonrisa se hizo más grande.

—Hijo, te tenemos una noticia.

Quackity levantó la cabeza con algo de miedo, y miró a Foolish para buscar algo en su rostro que le dijera que todo estaba bien, pero su papá tenía una expresión indescifrable que no hizo más que empeorar su estado de humor.

Por otro lado, Luzu miraba a los tres en espera de saber de qué se trataba. Se mantenía de pie dentro del comedor, con las manos en su espalda y la curiosidad comiéndole la piel, aunque debía admitir que estaba atento a cualquier movimiento del menor, listo para acercarse si era necesario.

—¿Qué ocurre?— Preguntó con miedo, decidiendo mirar a su padre. La sonrisa que este tenía despertaba algo dentro de él, como una especie de ira escondida en alguna parte de su corazón.

—Ya eres mayor, estás consiguiendo papeles por tu cuenta y siendo un adulto responsable— Dejó los cubiertos apoyados en el plato para centrarse en su discurso —Pronto te irás de aquí y tendrás tu casa, vivirás tu vida y harás tu propia familia. Con tu papá estaremos solos en esta gran mansión, con mucho espacio vacío y amor para ofrecer.

Sintió cómo su ojo izquierdo comenzó a temblar, y su corazón se aceleró a tal nivel que sentía sus latidos retumbar en sus oídos.

—Lo hablé con tu papá y hemos llegado a la decisión de adoptar nuevamente— Vegetta rio —Vas a ser un hermano mayor.

Y algo dentro de él se rompió.

Su cuerpo se heló como si estuviera nadando en hielo, su mente dejó de funcionar por unos momentos y el tenedor con el que jugaba cayó contra el plato. De pronto, aquella ira que sintió se hizo más grande, y sin querer guardarla más dentro de sí decidió hablar.

—¿Adoptar?— Preguntó retóricamente con una sonrisa —¿Y vas a criarlo esta vez?

La sonrisa en el rostro de Vegetta fue desapareciendo con lentitud mientras procesaba lo que acababa de escuchar, su rostro se llenó de confusión y posteriormente de enojo, frunciendo el ceño. Foolish, por otro lado, observaba a su hijo con sorpresa reflejada en sus ojos, dentro de sí supuso que Quackity no sería muy fan de la idea, pero nunca esperó escuchar esa pregunta de su parte.

Célebre  [Luckity]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora