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La tarde estaba llegando a su fin, tiñendo el cielo con tonos naranjos, morados y azules, que eran visibles entre las grandes nubes que ocupaban la mayoría del espacio. El frío había vuelto, obligando a todos a vestirse con grandes abrigos y gorros.

—Te amo, y sé que tú también me amas, por más que finjas que no.

Quackity cerró los ojos mientras negaba con su cabeza.

—Entiende de una vez, yo no te amo— Abrió los ojos y observó al contrario, con los ojos cristalizados —Por el bien de ambos es mejor alejarnos, nuestra amistad llega hasta aquí.

El contrario asintió un par de veces mientras miraba el suelo y mordía el interior de su mejilla, levantó su vista y frunció el ceño antes de hablar.

—Sí eso es lo que quieres, está bien. Ve y aléjate, finge que no me conoces cuando nos crucemos por la calle, pero por más que lo intentes no lograrás borrar todo lo que hay en tu corazón.

Quackity apretó sus labios al oírlo, se dio media vuelta y comenzó a alejarse de él. Alcanzó a caminar unos metros antes de detenerse y apretar sus manos en puños, respiró con fuerza un par de veces antes de tirar su cabeza hacia atrás y rodar sus ojos, comenzando a devolverse. Con fuertes pisadas llegó hasta el contrario y tomó su rostro entre sus manos, jalándolo hacia él y besándolo con desesperación, el otro chico se tambaleó levemente, pero se sujetó de su cintura y profundizó mucho más el beso.

—¡Corte!

Se separaron de inmediato, siendo Quackity quién tomó más distancia. Como un rayo, fueron rodeados del personal, quienes les brindaron sus chaquetas para que se cubrieran mientras esperaban a que el director revisara la escena que acababan de grabar.

Con la temperatura actual, grabar en el exterior era lo peor. No se comparaba en nada a la vez pasada, donde al menos no sufrió tanto con su vestimenta como lo hacía ahora. Las temperaturas eran cada vez más bajas, y si mal no recordaba aún quedaban un par de escenas que ocurrían fuera también.

En este momento Quackity estaba odiando su trabajo, y no solo por el frío.

Si bien nunca se le hizo fácil besar a sus compañeros de rodaje, ahora se sentía mucho más extraño que antes. Se repetía una y otra vez que era solo actuación, que estaba siguiendo el guión, pero eso no le quitaba la sensación de que estaba mal lo que hacía.

Besar a alguien que no fuera Luzu se sentía tan incómodo, mal, equivocado para ser exactos. No podía evitar sentirse culpable y sucio, como si fuera un infiel más del montón. Antes de dirigirse al lugar de grabación lo habló con el mayor, le explicó las escenas que vendrían y cómo lo haría, preguntándole varias veces si estaba cómodo con eso. Luzu lo tranquilizó, diciéndole que sabía perfectamente que era solo por trabajo y no por placer, que dejara de preocuparse y diera lo mejor de sí en las escenas para no tener que repetirlas.

—Creo que te jalé con mucha fuerza, lo siento.

—No te preocupes— Armin le sonrió mientras se colocaba sus lentes —Sin estos no veo bien, así que pensé que estabas más cerca de lo que estabas en realidad, por suerte me agarré bien. Espero que no se note en la grabación.

Ambos rieron, Quackity se abrazó a sí mismo mientras veía cómo alguien le entregaba un café humeante a Armin, dejando claro que este estaba caliente. Armin lo tomó y agradeció, notando la mirada del contrario puesta en su bebida.

—¿Quieres?— Preguntó mientras se la acercaba, Quackity estuvo a nada de aceptar, pero decidió negar con su cabeza.

—Me encantaría, pero estoy dejando el café.

Célebre  [Luckity]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora