Célebre [Luckity]

20

La noche había recién caído, la luna comenzaba a brillar con toda su fuerzas, y algunas estrellas lograban hacerse notar en el cielo, entre la contaminación y las fuertes luces de la ciudad. Luzu estaba de pie en el jardín, con las manos en los bolsillos mientras miraba la luna en silencio.

Estaba aprovechando ese momento para decidir qué era lo siguiente que haría.

Su relación con Quackity iba por buen camino, cada día fortaleciéndose más y más, y eso lo hacía sentir preocupado por el futuro. Aún no había hablado con el menor sobre quién era el castaño que destruyó su estado anímico, y no sabía si no lo había hecho por falta de tiempo o por miedo a abrir una caja de pandora.

Le ocultaba todo su pasado, y le parecía hipócrita hacerlo mientras le aseguraba al contrario que confiara en él para desahogarse y contarle todo lo que creyera prudente. Era hipócrita pedirle a Quackity que fuera sincero y se permitiera sentir, cuando ni él se lo permitía a sí mismo.

Sabía que debía hablar con él cuánto antes, que entre más tiempo pasase más le pesaría la mentira en su alma y más desastres podrían ocurrir.

Una brisa helada llegó a él, despeinándole mientras lo hacía encogerse sobre sí mismo por el frío. Observó la luna nuevamente, notando que esta brillaba un poco más fuerte, mientras era acompañada por un par de estrellas que no había notado con anterioridad.

Algo tan pequeño como eso lo hacía sentirse conectado a su hogar, su familia, las personas que lo amaban con sus defectos y virtudes. Los extrañaba a todos a pesar de haberlos visto hace relativamente poco, pero dos días juntos no compensan los meses que pasan separados, manteniendo la comunicación a través de un teléfono, rogando para que la señal en su pueblo no se pierda.

Quería volver con ellos por un par de días, pero con Quackity terminando de grabar no podía hacerlo, lo único que le quedaba era esperar a que este finalizara su trabajo para pedir un par de días libres.

Hablando de las grabaciones, estas se estaban volviendo lentamente un infierno. Quackity habló con Armin sobre los ensayos que estaban teniendo, siendo sincero sobre la incomodidad que le provocaban, pero lo único que consiguió fue que Armin se molestara por su falta de compromiso con el trabajo, desencadenando en una discusión.

Ambos terminaron gritándose cosas no muy agradables, pero Quackity trató de mantenerse sereno y no alzar la voz la mayoría del tiempo, perdiendo la calma en el momento en el cual Armin mencionó cómo este se pasaba los descansos junto a Luzu y Rubius, llamándolos poco profesionales y flojos. Ese pequeño comentario logró desatar su ira, y la discusión escaló a tal nivel que Luzu tuvo que sacar a Quackity del set antes de que algo más ocurriera.

Después de quince minutos el menor logró calmarse nuevamente, repitiéndose que debía mantener su paz y hacer oídos sordos a palabras necias. Pasó el resto del día fingiendo que la discusión no le había afectado en nada, pero era claro que sí lo había hecho, bastaba con ver cómo sus ojos se oscurecían al ver a Armin, lo mucho que le costaba entrar y mantenerse en el personaje, como también las veces que se disculpó con ambos mayores por haber sido  arrastrados a la discusión sin merecerlo.

Al llegar a casa, el menor se dirigió a su habitación para recostarse a descansar por un momento, y cuando Luzu lo fue a buscar para cenar, lo encontró profundamente dormido mientras abrazaba la almohada. Como era de esperar, no lo despertó, le informó a su suegro que estaba durmiendo y este también insistió en dejarlo descansar, por lo cual lo invitó a cenar junto a él.

Aprovecharon que estaban solos para hablar de un forma más cercana, Foolish le agradeció por haber cuidado de su patito por todo ese tiempo, y por llevarlo junto a su familia para distraerlo, insistió en que le devolvería el favor a él y a toda su familia como muestra de agradecimiento, pero Luzu dejó en claro que no era necesario, que lo había hecho desde su corazón y sin la intención de recibir nada a cambio.