Ya había pasado un día desde que Aybike le dio otra oportunidad a Berk, y Tolga se encontraba recostado en su cama, sumido en la tristeza. En ese momento, Leyla entró a la habitación de Tolga y notó su estado de ánimo.
—Tolga, ¿qué te sucede? He notado que has estado triste últimamente. ¿Puedo ayudarte de alguna manera? —preguntó Leyla con preocupación.
Tolga suspiró y decidió abrirse con su hermana. Le contó que Aybike le había dado otra oportunidad a Berk, lo cual lo había dejado devastado. Tolga sentía que había perdido la oportunidad de estar con Aybike y que su amor no correspondido seguía presente.
Leyla escuchó atentamente las palabras de Tolga y comprendió su dolor. Sabía lo importante que era Aybike para él y cómo esta situación lo afectaba emocionalmente. Leyla decidió brindarle su apoyo incondicional.
—Tolga, sé que esto es difícil para ti, pero no debes rendirte. A veces, las cosas no salen como esperamos, pero eso no significa que no haya esperanza. Quiero que sepas que siempre estaré aquí para ti, pase lo que pase. Eres mi hermano y siempre contarás conmigo —dijo Leyla con ternura, tratando de reconfortar a Tolga.
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Tolga apreció las palabras reconfortantes de su hermana. Sabía que podía confiar en ella y que siempre estaría a su lado, sin importar las circunstancias. Aunque la tristeza seguía presente en su corazón, el apoyo de Leyla le brindaba un poco de consuelo en medio de la tormenta emocional que estaba viviendo.
Ambos hermanos se quedaron en silencio, reconociendo la complejidad de la situación. Tolga sabía que no sería fácil superar sus sentimientos por Aybike, pero también entendía que contaba con el apoyo incondicional de Leyla.
AL DIA SIGUIENTE.
Un nuevo día comenzaba en la escuela para la familia Eren. Con el sol asomándose tímidamente, los pasillos empezaron a llenarse de estudiantes y la energía se apoderó del ambiente. Entre la multitud, Asiyé y Doruk se reunieron en la entrada con sonrisas resplandecientes.
Asiyé: ¡Doruk! ¡Qué alegría verte! Hoy estoy más emocionada que nunca.
Doruk: Y yo también, mi amor. No puedo esperar para pasar el día contigo. Eres lo mejor que me ha pasado.
Los dos se tomaron de la mano y comenzaron a caminar juntos hacia el salón, compartiendo risas y sueños para el futuro. En otro rincón, Ömer y Süsen también se encontraron y se unieron en un caluroso abrazo lleno de camaradería.
Ömer: Amor, ¿estás lista para hacer de este día el mejor de todos?
Süsen: ¡Más que lista! Juntos siempre hemos superado cualquier desafío, y hoy no será la excepción, Ömer.
Ambos se dirigieron hacia su aula con pasos decididos, sabiendo que el amor que se tenían era un pilar inquebrantable en sus vidas. Mientras tanto, Ogulcan se debatía entre dos corazones: Afra y Harika.
