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En la salida de la escuela, Melissa se encontraba conversando con unas amigas cuando sintió que alguien la llamaba. Al voltearse, vio a Kadir acercándose con una expresión seria en el rostro.
- "¿Podemos hablar?" dijo él, tratando de mantener la calma.
Melissa asintió, un poco sorprendida. Se dirigieron a un rincón apartado del patio, lejos de las miradas curiosas de los demás.
- "¿Quién es el chico con el que estuviste en la cafetería?" preguntó Kadir, sin rodeos.
Melissa lo miró, incrédula. No podía creer la hipocresía de Kadir. Primero había terminado con ella sin darle explicaciones y ahora le reclamaba por hablar con otro chico.
- "¿De verdad me estás preguntando eso?" respondió ella, con una mezcla de sorpresa y enojo.
- "Sí, quiero saber quién es," insistió él, claramente molesto.
- "No puedo creer que tengas el descaro de preguntármelo después de lo que hiciste," dijo Melissa, su voz elevándose. "Terminas conmigo sin explicaciones y ahora vienes a reclamarme por hablar con alguien más. ¿Qué derecho tienes?"
Kadir apretó los puños, tratando de mantener la calma.
- "Sólo quiero entender," dijo él, tratando de sonar razonable. "Vi cómo te miraba y cómo te reías con él. Necesito saber quién es."
Melissa respiró hondo, intentando controlar su ira.
- "Es un amigo," dijo finalmente. "Un amigo que me trata con respeto, algo que claramente no sabes hacer."
Kadir la miró, herido por sus palabras.
- "No es tan simple, Melissa," dijo con voz apagada. "Hay cosas que no puedo explicarte, pero eso no significa que no me importe."
- "Entonces explícame," lo desafió ella, cruzando los brazos. "Dame una razón válida para lo que hiciste. Porque hasta ahora, sólo veo a alguien que juega con mis sentimientos."
- "No puedo," murmuró Kadir, mirando al suelo. "No puedo explicarte. Pero no quiero verte con otro chico."
Melissa sacudió la cabeza, incrédula.
- "Eso no es justo," dijo con firmeza. "Si no puedes ser honesto conmigo, entonces no tienes derecho a pedirme nada. Yo merezco ser feliz y encontrar a alguien que me valore."
Kadir la miró, sintiendo cómo su mundo se desmoronaba.
- "Tienes razón," admitió, con tristeza en su voz. "No tengo derecho. Lo siento."
Melissa lo miró por un momento, su enojo desvaneciéndose lentamente.
- "Espero que algún día puedas ser honesto, no sólo conmigo, sino contigo mismo," dijo ella, antes de alejarse, dejando a Kadir solo con sus pensamientos y su arrepentimiento.
