Parte 19: Buscando A Magneto

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En la tranquilidad de la noche, un tipo de gran estatura, fornido y cabello corto, caminaba tras salir de trabajar cansado, pero feliz por el fin conseguido su paga.

Avanzaba despacio sin prisas y sin esperar que algo malo pasara, pero una sorpresa cambiaría su perspectiva.

De pronto, una mujer de piel azul, traje blanco, ojos amarillos y cabello rojo se paró frente a él con cierto aire sofisticado.

— Supongo que tú eres Piotr Rasputín, ¿No es así? — preguntó la mujer.

— ¿Quién pregunta? — cuestionó el joven.

— Mi nombre es Mystique y te tengo una propuesta que ayudará a nuestros hermanos y hermanas mutantes a tener un futuro mejor.

— ¿Y qué se supone que debería hacer para lograr eso? — preguntó Piotr tras cruzarse de brazos.

— Únete a la Hermandad de Mutantes, obedece mis órdenes y las de Magneto para traer el nuevo mundo ahora.

Con solo escuchar el nombre de la organización y el del jefe de esta tomó su decisión.

— No, lo siento, pero no — declaró el mutante.

— Bueno, supongo que no tenemos otra opción —

Mystique entonces chasqueó los dedos y desde las sombras, Sabretooth se lanzó hacia Piotr quien apenas pudo convertir su piel en acero evitando que lo matara con sus garras.

El joven mutante luchó contra Sabretooth empleando su enorme fuerza, pero no podía conectarle un golpe por ser demasiado rápido su oponente. Es entonces que Shigaraki se fue acercando a él discretamente y cuando estaba por tocarlo, un rayo de color rojo lo derribó.

— ¡Piotr! — gritó Scott tras llegar junto al hombre de metal.

— ¡Sumers! ¿Qué haces aquí? — preguntó Piotr.

— Más bien, qué HACEMOS — respondió Scott.

Hank y Jean también habían llegado para apoyar a su líder. Sabretooth fue derribado por Hank quien había desatado toda su ira sorprendiéndolo de sobre manera mientras que Jean derribó a Shigaraki y a Mystique con un empuje telequinético.

— Gracias, amigos — dijo Piotr.

— Agradécenos cuando hayamos salido de aquí — contestó Scott —. ¡Retirada!

Cubriendo a los cuatro con sus rayos ópticos, los chicos corrieron hacía un parque cercano lo cual confundió a Piotr al no ver nada, pero Hank presionó el botón de un control que llevaba y de la nada, el Blackbird se hizo visible.

— ¡Suban! ¡Suban! — ordenó Scott.

Los cuatro entraron al Blackbird y tras despegar, el jet se alejó a gran velocidad dejando atrás a los miembros de la Hermandad.

— ¿Cómo pudieron encontrarnos esos niños? Pensé que estarían ocupados escapando — dijo Creed.

— Es evidente que ya se organizaron y se están moviendo para detenernos — respondió Mystique —. Debemos prepararnos también.

— Esto se está poniendo interesante — comentó Shigaraki en voz baja.

Volviendo con los X-men, los chicos ya se habían alejado de aquella ciudad y estaban cruzando el mar mucho más rápido de lo que podía hacer el Blackbird con anterioridad.

— ¿No deberíamos ir a la mansión? — preguntó Piotr.

— Estamos siendo buscados por todo el mundo, nos estamos ocultando — respondió Scott.

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