En un pequeño pueblo rural ubicado en el país de España, unos pequeños rayos de la luz del sol tapado por las nubes caían sobre las calles, mientras que un hombre con una vibra de extranjero, caminaba tranquilamente por el parque central. Este hombre era Jake Bauer, quien estaba vestido con un largo abrigo que ocultaba su pistola y su espada. Su cabello bien peinado se mecía ligeramente con la brisa suave que había por el lugar y detrás de sus lentes oscuros, vió a dos ancianos sentados en un banco a los cuales comenzó acercarse para preguntarles algo. En lo que caminaba, sacó una foto que estaba guardada en su abrigo e inmediatamente, se dirigió a los longevos.
—Disculpen caballeros, estoy buscando a este joven de esta fotografía. ¿Lo han visto? —preguntó con acento foráneo.
La foto mostraba a un joven con cabello largo desordenado, vestido con una camisa a cuadros negra y roja, también tenía puestos unos blue jeans bastante desgastados y unas botas de color café oscuro.
—No, la verdad que no. De hecho no parece a alguien que conozcamos, jamás había visto a ese chico —dijo el Primer Anciano mientras fruncía el ceño.
—Sí, mi amigo tiene razón. No hemos visto a nadie así en este pueblo. Nosotros nos conocemos entre todos aquí, así que lamento no poder ayudarle.
Jake guardó la foto en su abrigo y cabizbajo, se despidió de los longevos.
—Muy bien, les agradezco su tiempo. Espero que tengan una buena tarde.
—De nada, que tenga una buena tarde usted también.
Jake se retiró del parque y continuó su búsqueda recorriendo las adoquinadas calles de este pintoresco pueblo. La calma reinaba en el lugar, y efectivamente, los vecinos se conocían entre sí y la vida transcurría en paz. En el camino, comenzó a tener hambre y para suerte de él, encontró un rústico bar de madera donde los lugareños se reunían para disfrutar de la comida casera y charlar entre sí.
Entró y se acomodó en una mesa que estaba en esquina con vista hacia de las calles, en donde inmediatamente fue atendido por una joven camarera. Pidió el plato del día, que la joven anotó rápidamente en su libreta y en cuestión de minutos, ella había llegado con el plato, el cuál era una deliciosa y apetecible paella, que fue puesta en la mesa de Jake, quien agradeció la atención y de paso, decidió preguntarle acerca de la persona la cual estaba buscando y nuevamente sacó la foto de su abrigo para enseñarla.
—Disculpe señorita, antes de que se vaya, quisiera saber si usted a visto a esta persona.
La camarera al ver la foto suspiró un poco y luego sacó una carcajada nerviosa.
—Vaya, ese joven... Él es todo un caso. Hace dos días vino aquí y se tomó quince vasos de whisky y se fue en carretilla por el dueño del lugar. Tengo entendido que vive en el bosque que se encuentra al norte a las afueras del pueblo. Es un chico muy raro, pero amable.
—Interesante —murmuró para sí mismo —Le agradezco por la información.
En gratitud, Jake le dio 40 euros de propina a la Mesera, la cual agradeció y continuó atendiendo a otros clientes. En tanto terminó su almuerzo, pagó su cuenta y se retiró del bar para dirigirse al norte del pueblo en busca del bosque que le habían mencionado. Caminó por las estrechas calles que lo llevaban al borde del norte pueblo, donde encontró aquel bosque, que daba la impresión de ser bastante denso.
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Los Héroes Del Edén: Punto De Unión
FantasyLa primera trompeta del Apocalipsis ha sonado, y Jake Bauer comienzó una búsqueda de personas con poderes especiales para formar un grupo y detener esta amenaza que viene desde las mismas estrellas.