El atardecer llegaba, mientras que Jake llegaba a su majestuosa mansión de paredes de vidrio, que se alzaba frente a un sereno lago en las afueras de Chicago. El brillo del lago y los árboles altos creaban una vista preciosa. Al abrir la puerta de su casa, fue recibido por su tío, Markus, un hombre de 60 años con cabello plateado y vestimenta formal tradicional de Japón.
Fallé... —dijo Jake mientras dejaba caer su maletín en el suelo—. No pude convencer a ese sujeto para que se uniera —culminó mientras se desplomaba en el amplio sofá de la sala de estar.
—Bueno, tal vez hay que esperar. Quizás reconsiderará su decisión cuando sea el momento —asintió Markus mostrando comprensión.
—Tal vez tengas razón —dijo mientras miraba por las paredes de vidrio hacia el lago—. Por cierto, ¿Qué has averiguado sobre los otros tres?
Rápidamente, Markus fue a la computadora que se encontraba en el salón y compartió la pantalla de este a un televisor grande que se encontraba al lado.
—Bueno, he estado investigando a aquella amiga del fallecido Adam. Su nombre es Iris, estoy seguro de que te sorprenderá —declaró sin titubear
En la pantalla, un video comenzó a reproducirse, en este se mostraba a una madre y su hija en un callejón oscuro, rodeadas por un grupo de delincuentes. Cuando los malhechores se lanzaron hacia las indefensas mujeres, un rayo de color violeta surgió de la oscuridad con una velocidad asombrosa. En cuestión de segundos, había desarmado y dejado en el suelo a los asaltantes.
Increíble... —dijo Jake sorprendido—. Es veloz.
Así es, es impresionante —contestó Markus con una sonrisa en el rostro—. Ahora, según mis investigaciones, la chica en cuestión se encuentra viviendo en lo que alguna vez fue un taller mecánico en el sur de la ciudad de Philadelphia.
—Bastante cerca, son 11 horas de viaje en auto, creo que ella será el siguiente objetivo.
Determinado, Jake comenzó los preparativos para hacerle una visita a Iris, con la esperanza de que esta se uniera al grupo que se estaba formando y veía posible que su relación de amistad con Adam la haga sentirse en deuda con él.
Mientras tanto en el Paraíso, los siete arcángeles y un poderoso ejército de ángeles se encontraban custodiando la majestuosa torre de mármol blanco que custodiaba la pieza del Fruto del lugar, dónde se erguía en el centro de una vasta plataforma celestial. A su alrededor, habían jardines de flores de colores brillantes y fuentes de agua cristalina que llenaban el entorno de una belleza serena. Esta torre era la guarida de la Pieza del Fruto Prohibido del cielo, un artefacto de inmenso poder.
La habitación donde se resguardaba la pieza era imponente. Las paredes estaban decoradas con frescos que narraban la historia de la lucha contra las fuerzas oscuras de Arddeus y en el centro de la habitación, un pedestal de mármol sostenía la fruta tallada en piedra preciosa que irradiaba una luz misteriosa y seductora.
Los arcángeles, armados con espadas de fuego divino y escudos resplandecientes, se alineaban frente a la entrada de la habitación y los ángeles, igualmente armados y protegidos con armaduras relucientes, formaban un muro de seguridad alrededor de la torre.
Seis de los arcángeles se encontraban conversando entre ellos, mientras Miguel se mantenía sólo en la entrada de la habitación. Sus voces resonaban con una mezcla de preocupación y determinación. En ese momento, un ángel muy torpe había llegado tarde al lugar. A pesar de todo, el arcángel líder lo recibió de igual manera ya que a estas alturas, ninguna ayuda sobraba. Luego de que aquel ángel entrara, Miguel comenzó a sentir una perturbación en el lugar, y alertó a los demás arcángeles de un posible peligro inminente.
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Los Héroes Del Edén: Punto De Unión
FantasiLa primera trompeta del Apocalipsis ha sonado, y Jake Bauer comienzó una búsqueda de personas con poderes especiales para formar un grupo y detener esta amenaza que viene desde las mismas estrellas.