No es nada más que tiempo

Capítulo N°3

Esa "noche de chicas" acabó siendo una noche de llanto para mí. A los pocos minutos que había sucedido todo, Bernadette llegó al apartamento. Lamentablemente, había escuchado, junto a Howard y Raj, toda la discusión que había tenido rato antes con Sheldon en el pasillo. A pesar que su esposo y su amigo quisieron intervenir, Bernadette se los prohibió tajantemente. Pensándolo mejor, debieron hacerlo; yo no hacía más que esperar el minuto para huir, minuto que no había llegado nunca.

Quise irme temprano, en contra de lo que me pedían mis amigas, no querían dejarme sola luego de lo ocurrido. Las palabras finales que le había dicho a Sheldon seguían retumbando en mi mente, aquel "ya no te amo". ¿Por qué lo había dicho? No me había contenido, en medio de mi rabia lo dije sin darle vueltas al asunto. Me quedaba claro que esa había sido una mentira, una totalmente despiadada. ¿Cómo se lo habría tomado él? No alcancé a ver su reacción, sólo quería alejarme de ahí.

Una semana pasó hasta que tuve noticias suyas: un email. Tuve temor de abrirlo, en el asunto ponía: "quiero que hablemos", con prioridad de urgente. Quise dejarlo pasar, pero no aguanté más allá de un par de horas, la curiosidad me había ganado y lo abrí. Era un mensaje breve y consciso, noté cierta frialdad en sus palabras, aunque no quería malinterpretar nada. Quería que nos vieramos esa tarde para hablar de lo que había pasado. Propuso su oficina como lugar de reunión, y me pedía confirmación de mi asistencia. Miré el reloj de la pared del laboratorio, la cita era dentro de 3 horas. ¿Qué querría? La última vez que habíamos hablado, había sido un desastre del cual no me olvidaría con facilidad. Sentía que tan sólo una palabra suya al respecto bastaría para que volviera a estallar como en el pasillo del edificio. ¿Penny sabría algo de sus planes? ¿Por qué se había tomado tantos días para hablarlo?

No contesté el mensaje, no pensaba ir a verlo. Ya habían pasado demasiadas cosas como para añadir una más... Pero aquello no me dejó seguir tranquila con mi trabajo, no me concentraba en nada. Volví a mirar la hora. Apenas 30 minutos separaban de la cita. "No, Amy, no puedes volver a caer así...", me repetía mentalmente, "... es eso lo que él quiere, seguir con lo mismo de siempre". Tiempo después, quedando poco menos de 10 minutos, me puse de pie, colgué mi delantal y tomé mi bolso. No sabía lo que me estaba pasando.

Llegué a su puerta y, con la mano algo temblorosa, di un par de golpes. Respiré profundo, lo que sea que quisiera hablar conmigo, tendría que ser breve, luego me iría a mi apartamento. Raj abrió la puerta, sorprendido un poco de verme. No esperaba encontrármelo ahí, en ese momento.

- Hola Raj, ¿está Sheldon?

- Hace un rato salió al baño, pero no debe tardar en llegar.

- ¿Puedo entrar para esperarlo? Me dijo que nos viéramos aquí.

- Oh, de acuerdo... - se hizo a un lado, dándome paso - No sabía que se verían aquí hoy.

- Para ser sincera, yo tampoco lo sabía hasta hace unas horas.

- ¿Está todo bien?

- Quisiera poder asentir a esa pregunta - bajé la mirada.

- Sheldon nos contó lo que pasó el otro día fuera del apartamento. Después de eso, creímos que no querrías volver a hablar con él.