Capítulo N°18

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Me encargué yo de cerrar la puerta de su alcoba. Esta vez me aseguraría: no más llamadas a la puerta, no más alarmas de ningún tipo; en resumen: ninguna clase de interrupción. Me senté junto a él a la orilla de su cama, de pronto lo notaba algo serio.

- ¿Qué pasa? – le pregunté tras un breve beso que fue más mío que nuestro.

- No estoy del todo seguro si este es el mejor momento para hacerlo. Quizás deberíamos esperar hasta la noche – me miró, con una sombra de inseguridad en sus ojos.

- ¿Otra vez estás nervioso?

- Pues... mis nervios se deben principalmente a la consumación del coito. Aún no hemos llegado a eso, así que mis nervios continúan. Es simple lógica.

Pensé un momento en su confesión: "otra vez volvemos al principio... muchas gracias, Leonard...". ¿Qué podía hacer para convencerlo que todo iba a salir bien? Verlo nervioso, me ponía nerviosa a mí; y eso no ayudaba en nada... "Piensa, Amy... piensa...".

- Creo que es mejor ir lento – le dije, tras un breve silencio – Está claro que no sabemos con seguridad qué hacer. Lo mejor será que la oportunidad se dé sola.

- ¿En verdad lo crees? – me preguntó sorprendido de mis palabras – Pensé que contabas con eso ahora.

- Es cierto, pero entiendo que no es algo sencillo para ti. Quizás sólo haga falta probar cuál es el mejor momento. Como te dije desde el comienzo, la espontaneidad es importante. Que este receso nos sirva para prepararnos psicológicamente los dos.

- Tienes razón – sonrió un poco más tranquilo, disponiéndose a salir de la alcoba – Seguiré con mi rutina diaria y hablaremos de esto en la noche, después de cenar.

- Me parece bien – correspondí su sonrisa, ya sabía qué hacer para que ese momento llegara antes del anochecer.

Nuevamente volvería a aprovechar mis conocimientos como neurobióloga y experimentaría un poco... ya lo había hecho anteriormente, cuando pretendí incrementar sus sentimientos por mí. El experimento había dado resultado una vez, ¿por qué no dos?

Como era predecible, Sheldon siguió adelante con su rutina de ese día, mientras que yo me encargué de preparar todo. Toda la mañana la pasé en mi nueva habitación, no iría a buscar aún las últimas cosas que quedaban en mi antiguo apartamento. Fue así que, luego de un arduo trabajo de investigación al respecto y elaborar un "plan A" y un "plan B", tuve todo al fin listo.

Sheldon estaba afuera en la sala, sentado a su escritorio, envuelto en sus asuntos; mientras que yo me apronté a ir a buscarlo. Tomé aire y me acerqué a su lado; una pequeña sonrisa se dibujó en mi cara antes de hablarle. "Todo saldrá bien, Amy, no pierdas la confianza...", me animé... el "plan A" empezaba a correr ahora...

- Sheldon, ¿por qué no dejas eso? Tenía pensado que jugáramos a algo esta tarde – le propuse.

De inmediato, sorprendido y me atrevería a decir que también intrigado, volteó a mirarme.

- ¿Jugar a algo?

- Sí. Sé bien cuánto disfrutas de los juegos de rol, así que he preparado uno que seguro te gustará – mi sonrisa se acentuó.

- Vaya, pues, sí que me has tomado por sorpresa.

- ¿Y bien? ¿Qué dices?

- Desde luego. Podríamos esperar hasta después de cenar, a ver si el resto quiere sumarse.

- Tal vez, pero... Me gustaría probarlo antes jugando sólo los dos... Ya sabes, yo soy novata en esto; y quisiera tu opinión antes de quedar en ridículo frente a alguien más... - lo noté aún pensativo, por lo que añadí – Como tú sabes tanto de esto, creí que sería buena idea que fueras quien lo probara en exclusiva.

No es nada más que tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora