Capítulo N°5

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Mi relación laboral con Evans, desde el día siguiente de mi encuentro con Howard y Raj, fue bastante buena. Digamos que me ayudaba a olvidar por un momento mis problemas personales, ya no pensaba tanto en Sheldon; y por lo tanto, mi rendimiento en mi trabajo había regresado a la normalidad.


En cuanto a él, tardó un tiempo en saber de Evans; según parecía, ninguno de sus dos amigos había ido con el "chisme". Sus razones tendrían, aunque no dejaba de parecerme raro... ¿desde cuándo son buenos para guardar algo en secreto? Sobre todo Howard.


En fin, las cosas iban extrañamente bien en mi vida, pero algo tendría que pasar tarde o temprano, lo presentía.


- ¿Te quedarás trabajando hasta tarde? - le pregunté a Evans, al verlo sentado frente a su computadora; ya era mi hora de salida.


- Sí, sólo hasta que termine este informe. En el centro de investigación en París quieren que les mantenga al día con los avances que he tenido. Esperan que sean productivos, sobre todo ahora, en mi última semana aquí en América.


- Sé que estarán satisfechos, has trabajado mucho... Se me hará difícil que te vayas. Me estaba acostumbrando a trabajar con alguien - seguí, mientras colgaba mi bata blanca en el perchero, junto a la puerta.


Hubo un breve silencio en el laboratorio, que Evans rompió de repente...


- Amy... Si confirmaran luego mi retorno a Francia, ¿quisieras acompañarme?


- ¿Acompañarte? - mis ojos se abrieron, sorprendida de su propuesta.


- Así es. En estas semanas siento que me he encariñado contigo, eres una gran persona, no entiendo cómo nadie lo ha podido ver antes - sus palabras me hicieron sonrojar, continuó - Sé que allá tendrías un trabajo seguro, una casa... y alguien con quien poder estar para que no te sientas sola.


- Evans... no sé...


- Sé que debe parecerte algo precipitado, pero puedes pensarlo si quieres. Aún me quedaré una semana más aquí. Tú me mencionaste una vez que querías empezar de nuevo.


Ante eso último, no podía discutir. Había sido luego de mi encuentro con los chicos en la cafetería, cuando les había presentado a Evans. Lo había dicho principalmente por no seguir con el tema y había dado resultado, pero ahora... ¡él me estaba proponiendo irme con él dentro de una semana! Cierto, sería empezar de nuevo, pero, ¿esta vez conseguiría lo que quería para mi vida? Sentía que la herida que llevaba con el nombre de "Sheldon" había cerrado, pero no había cicatrizado del todo.


- Déjame pensarlo, Evans - no quería negarme tan pronto, sentía que me arrepentiría.


Sonrió a modo de respuesta y siguió con su trabajo. Mientras, tomé mi bolso, y tras despedirnos hasta el día siguiente, me marché del laboratorio.


Por un largo rato, me di vueltas y vueltas en mi cama, pensando en su propuesta. "Es hora de dejar atrás el pasado, Amy...", pensaba, "... y Sheldon es pasado". "Es TU vida, preocúpate sólo de eso...".

No es nada más que tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora