Capitulo 25

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✨""La luz es mas poderosa que las tinieblas""   





N̳a̳r̳r̳a̳ ̳S̳h̳a̳d̳a̳i̳:̳

Estábamos de regreso a la mansión, Ethan era todo lo que necesitaba para sentirme fuerte, la conexión que tenemos va más allá de nuestros poderes, va más allá de cualquier cosa. Desde que lo vi en aquella montaña, yo fui diferente y ahora al ser marcada por él, nuestra unión es mas fuerte, todo comienza a tener más sentido.

Su aroma me enloquece, siento la necesidad de estar todo el tiempo sobre el, restregar mi nariz por su piel.

Veo a lo lejos una camioneta en color negro, miro a Ethan en busca de respuestas, pero el nada me dice, solo camina con prisa sujetando mi mano. Cuando ingresamos a la mansión, nos encontramos con nuestras madres y Úrsula. Suelto la mano de Ethan y camino apresurada hasta donde está ella.

—¿ Úrsula, que sucede?— la mujer se pone en pie y me saluda con una sonrisa y un abrazo, al cual correspondo, ella y Milena fueron las únicas amables en aquella mansión.

—¡Debes ayudarme, Brandon está cegado por aquella maldita bruja!— las palabras de la diosa vienen a mi mente, ella no quiere que Brandon muera. Pero las palabras que suelta Ethan, me hace enfurecer.

—¡Ese maldito, lo único que obtendrás de esta manada será la muerte!— Úrsula solo me mira fijamente a mi, ignorando las palabras de mierda de Ethan. Tomo las manos de la mujer y miro a todos los presentes. Llegaron los hombres que faltan, los cuales miran con furia.

—¡Aquí nadie va a matar, la diosa no quiere que matemos a sus hijos y Brandon es uno de ellos!— elevó la voz y decidida a enfrentar esto de una vez. —La guerra no es contra los nuestros, la guerra es contra Cicer y todos aquellos brujos que han sumergido a nuestra raza en la oscuridad y desunión — Sam me mira desaprobando mi postura, al igual que Ethan.

—Tenemos algo para tu hijo— habla mi madre —Regreso en un minuto— se retira por unos minutos de la sala y la veo ingresar con una tela en color marrón entre sus manos, se la extiende a Úrsula y ella la abre, encontrando una piedra Turmalina negra. —Elena y yo viajamos a las tierras de las Brujas dónde se encuentra la Reyna blanca y la bruja de los cristales, ellas nos dijeron que tres Alphas debían usar este colgante, les abrirá los ojos...— miro en dirección a Ethan y Sam — los otros dos Alphas son ellos, haz que Brandon lo utilice.—

Úrsula guardo aquella piedra y se despidió de nosotros, prometiendo que nos mantendría en contacto.

***

Narra Brandon: 

La jodida cabeza me duele, los ojos los tengo inyectados en sangre gracias al dolor que golpea mi cerebro. Solo tengo una idea fija en mi mente. Mataré a aquella mujer de cabello rubio, mataré a Shadai y mataré a todo el que quiera intervenir en mis planes. Está guerra es mía, está vez si voy a obtener lo que tanto deseaban mis antepasados. Tendré el poder supremo y luego de eso mataré a Cicer. Desde que la vi en el hospital mi mente está en blanco con una idea fija y es obtener el poder supremo, pero para eso debo matar a esas mujeres y sobre todo a ella, a la maldita mujer de cabello rubio y ojos tan profundos como el mar.

Sujeto mi cabeza con mis dos manos, no soporto este dolor.

Escucho como la puerta de mi despacho es abierta, miro en aquella dirección encontrándome a mi madre ingresar.

—Brandon hijo — su mano cae sobre uno de mis hombros, pero alejo su mano, no quiero que me toqué, temo hacerle algo de lo cual pueda arrepentirme. —¿Qué sucede?— no la miro, muevo mis piernas de arriba a abajo, me siento irritado, nervioso.

—¡Vete madre!— no se va, ella seguirá insistiendo con que cambie de opinión.

—¿Dónde está Cicer?— cierro mis ojos con fuerza y aprieto mis dientes provocando un ruido ante la fricción —¿Brandon que te sucede?— me pongo de pie con brusquedad y la tomo del cuello. Sus ojos están fijos en mi, no me teme.

—¡Madre pedí que te vallas!— sus ojos miran sobre mis hombros y veo como aquella cabellera que tanto me tortura ingresan a mi despacho, suelto a mi madre sin ningún cuidado y me lanzó sobre aquel cuerpo que tanto deseo y aborrezco. Su cuerpo y cabeza impactan sobre el frío piso, debería al menos verse aturdida, pero sus ojos están fijos en los míos.

—¡Alpha!— su voz dulce aturde mi mente, pero envía una descarga a mi pecho, su cuerpo bajo el mío, su aroma y su piel encienden mi alma. Pero mi mente se nubla y la tomo de su delicado cuello, sintiendo como sus manos luchan por liberarse de las mías.

Una luz invade mi mente, haciendo que suelte de inmediato a Mizuki que comienza a toser, mientras lleva aire a sus pulmones. Miro mis manos, me tocó mi cabeza y luego llevo mis manos a mi cuello sintiendo un colgante.

—Turmalina negra— la voz de mi madre, hace que giré en su dirección y la miro sin comprender nada —Cicer te tenía bajo un manto negro hijo, ella quiero el poder de los Alphas, debes buscar a los Alphas Ethan y Sam— señala la piedra — La Luna Lucila y Elena me dieron está piedra para ti— camino hasta ella y beso su frente.

—¡Perdona madre!— susurro sobre su frente.

—No eras tú hijo, busca a los Alphas y liberen a las mandas— se aparta de mi y camina hasta donde está la pequeña rubia, aún sentada sobre el piso, tocando su cuello. Mamá le extiende la mano y ella la toma con confianza. Su cuerpo tiembla.

—¡Mizuki!— camino hasta ella, pero en sus ojos veo temor y se aferra al cuerpo de mamá.

—¡Que no se acerque a mi Úrsula! No, no, no— el miedo es palpable en su voz, mamá me mira y niega con su cabeza. Las veo salir de mi despacho, dejando en mi pecho un profundo dolor, la dañe, ella me odia.

Shadai Donde viven las historias. Descúbrelo ahora