UNA CANCIÓN PARA LA BESTIA. (Lookism)

41) EL CONTRATO

Los callejones oscuros son lugares muy peligrosos, sobretodo si se te ocurre voltear a ver a quien no debías.

-¡No hice nada, lo juro!

-Que molesto eres.

Romper huesos ya se le había hecho costumbre a Gun. Salir a pasear con Denisse era imposible, siempre había algún fanático que le pedía un autógrafo, una foto y hasta un beso... Bien, ahí entraba Gun y sus celos. A veces bastaba con retirarce del lugar, pero en otras ocasiones, más que admiradores molestos, parecían acosadores.

-!Yo solo quería un poco de su cabello¡ -El tipo de unos 35 años lloraba mientras trataba de no desmayar.

Mientras Denisse veía ropa, ese hombre se acercó incomodandola: le pidió una foto, le quitó una servilleta, acarició su cabello y cuando ella se descuidó, sigilosamente saco una tijera para intentar cortarle uno de sus rizos. Ella no se dio cuenta, pero Gun, que había aguantado la situación como todo un campeón, lo arrastró a un callejón oscuro donde lo molió a golpes.

-La última vez que alguien se metió con el cabello de mi chica le rompí los dedos, era solo una estudiante de preparatoria. ¿Me preguntó que debería hacer contigo? -enciende un cigarro y exhala el humo como tratando de encontrar calma -bien, supongo que sí solo te rompo los dedos estará bien.

El hombre lo veía aterrado ¿Era el guardaespaldas de Denisse? Se tomaba su trabajo muy enserio, pero que poco profesional al llamarla "mi chica".

-Gun -Denisse llama desde la puerta de una de las tiendas donde compraba- ¿Donde estas?

-Ya voy, bonita -grita desde el callejón.

-¿Q-que vas a hacer conmigo? -pregunta el hombre aterrado.

-Solo esto -le da un golpe en estómago desmayandolo para después romperle la mano- habria sido problemático si gritas. Bien ahora no volverás a usar una tijera con esa mano.

-Gun -Denisse vuelve a llamar.

-Aqui estoy, hermosa. Salí a fumar un rato.

-Oye, enserio no creo que una bufanda deba costar tanto- levanta un pedazo de tela semitransparente de 50x120 cm.

-¿Que dices? Ya te he visto con ropa cara.

-Bueno, si. Pero por orden de la agencia, es decir, por orden de...

-N-ni lo digas, no quiero escuchar su nombre y menos de ti.

-Bueno, entonces...

-Entonces te llevarás esa bufanda ridículamente cara en azul y otra en verde.

-Pero...

-Vamos, quiero llevarte por algunos abrigos y un par de bolsos que hagan juego.

-¿Cuantos bolsos necesita una mujer?

-Crystal tiene al menos unos 50, tú no tendrás menos -responde besándole la mano.

-¿Como sabes la cantidad de bolsos que tiene Crystal? -reclama con tono de sospecha.

-¿Hablas enserio? ¿Quién crees que los cargaba? -responde rodando los ojos- Y ya, a prisa, tenemos que llegar a la cita.

-Estas emocionado ¿Verdad?

-Lo estoy, si. Y quiero entrar contigo de la mano en a ese edificio.

Ella se acerca a abrazarlo y recarga la cabeza sobre su pecho- porfavor, no hagas ninguna locura.

-No lo haré, no si no me provoca ese pendejo.

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-¿Estás seguro de seguir con esto? Me parece que será muy incómodo.