UNA CANCIÓN PARA LA BESTIA. (Lookism)

36) TE EXTRAÑO TANTO

"Sere clara: Tu y yo no somos nada". Que manera tan patética de querer hacerse la valiente: negarse a retomar una relación con el hombre a quien quería arrancarle la camisa y devorarle la boca. Ella se había jurado así misma ser más inteligente a la hora de escoger pareja, no soportaría una mentira mas... Pero ese aroma.

Denisse estaba perdida en sus pensamientos, cuando Melody despierta y empieza a llorar.

-Hola bebé, tranquila es papá -Gun trata de calmarla.

-Camina con ella un rato quizás eso ayude.

Gun se paró con su bebé en brazos y caminó al rededor del restaurante, pero fue inútil, Melody no dejaba de llorar.

-¿Sabes algo? Creo que sería mejor si te quitarás los lentes -le aconsejó Denisse.

-No, no quiero que se asusté más.

-¿Porque la asustarías sin lentes?

-Olvidalo, no quiero que mi hija me vea así -da la espalda a Denisse dando por terminada esa conversación.

-Ven, quizás tiene hambre -Denisse entiende y cambia el tema. la toma el brazos y se baja la blusa..

-E-espera, ¿Que haces? -Gun se asusta al verla quitando una parte de su sostén.

-Le daré de comer. Porfavor Gun, no seas como esos ridículos que me ven mal por amamantar en público. He respetado todas la costumbres locales por raras que me parezcan, pero esta en particular no pienso respetar. Melody tiene hambre y es lo único que me importa.

-De acuerdo -el solo encogió los hombros. En realidad, verla dar pecho a la pequeña era una escena muy dulce.

-Por cierto, en dos días me mudare, supongo que quieres la nueva dirección.

-Si, claro ¿No quieres ayuda con la mudanza?

-No te preocupes, lo tengo cubierto.

«lo tiene cubierto, claro» Gun pensaba que James y Denisse vivían juntos, así que supuso que en realidad sería el quien se encargaría de la mudanza.

-Y...

-¿Que?

-Pues... sobre Melody.

-¿Que pasa?

-Quisiera reconocerla. Supongo que la registraste con tus apellidos como madre soltera. De ser así no será mucho problema ponerle mis apellidos.

-Bueno Gun, lo que pasa es que... Bueno, verás, yo.... ¿Podemos hablar de eso después tu y yo solos, sin que esté la niña? Ahora me gustaría que pasaras tiempo con ella.

-Esta bien -sonrió conforme, aunque no lograba entender porque aplazar esa conversación, trataba de ser lo más complaciente posible, queriendo ganarse el aprecio de Denisse.

Después de un rato de conversación, discutieron sobre los días en que Gun podría pasar tiempo con Melody, la pensión alimenticia, las visitas al pediatra y las costumbres que querían inculcarle. Sin darse cuenta, la noche cayó y Denisse ya estaba agotada, por lo que Gun se ofreció a llevarlas de regreso a casa. Se despidieron en la entrada, y ella cerró la puerta tras de sí.

Cuando se encontró en ese lugar, rodeada de silencio, sintió la asfixiante sensación de soledad. Puso a su pequeña en la cuna y se dirigió a la ducha. Mientras el agua corría por su cuerpo, las lágrimas comenzaron a caer. «Te extraño tanto» era lo único que podía pensar. Pasar toda la tarde con Gun le hizo recordar lo feliz que fue con el y lo mucho que aún le amaba. Se llevó las manos al rostro tratando de ahogar el llanto que amenazaba con salir a gritos.